Fue una reunión de personalidades del extremo político, angustiadas porque, desde su punto de vista, se viene un cataclismo regional. En Miami, el 10 de diciembre pasado, ante un auditorio con figuras como el ex fiscal brasileño Sergio Moro, la opositora venezolana María Corina Machado, el ex subsecretario de Estado estadunidense Francisco Palmieri y el ex presidente mexicano Ernesto Zedillo, el escritor peruano Mario Vargas Llosa advirtió que “en estos días podemos estar perdiendo América Latina”, pues “la extrema izquierda avanza de una manera sistemática y todo el continente está amenazado. ¿Qué es lo que queda en América Latina? Uruguay y Ecuador”.
Atlas Network, la entidad señalada en la conferencia mañanera de Andrés Manuel López Obrador como patrocinadora de campañas contra el Presidente (con base en información de Julián Macías Tovar, del sitio Pandemia Digital), financió ese y otros eventos de la Fundación Internacional para la Libertad, del mismo Vargas Llosa. Por ejemplo, el del 22 de septiembre del año pasado en la Universidad de Guadalajara, que trascendió porque el periodista Julio Hernández “Astillero” cuestionó dentro del foro su eje narrativo, el de que la libertad de expresión está amenazada por el gobierno actual. Vargas Llosa es un opositor abierto del mandatario mexicano y ya desde marzo de 2018, en plena campaña presidencial, había propuesto una “gran alianza de las fuerzas democráticas para evitar la victoria de López Obrador”.
Además, el grupo sostiene el Premio de Periodismo Vargas Llosa-Atlas Network.
Fondeando a la ultra
Atlas Network es una plataforma que financia proyectos políticos de extrema derecha en América Latina y economías emergentes de todo el mundo. En su página web, asegura tener 478 organizaciones asociadas en 96 países. “Cada año”, afirma en su portal, “otorga cientos de subsidios e inversiones en capacitación para promover, apoyar y fortalecer el trabajo” de esos grupos.
Aunque de todos ellos, mantiene en reserva la identidad de la inmensa mayoría y sólo menciona a ocho, de los cuales dos son latinoamericanos: CEDICE Libertad, de Venezuela, y Eléutera, de Honduras.
También facilita la obtención de financiamiento de la National Endowment for Democracy y otras entidades ligadas al gobierno de Estados Unidos.
A su vez, Atlas Network ha recibido fondos de las fundaciones de los hermanos Koch, famosos filántropos de la ultraderecha estadounidense que desde hace cuatro décadas otorgan financiamientos multimillonarios a grupos conservadores y libertarios próximos a Donald Trump, a campañas que niegan que exista el cambio climático global y contra las minorías étnicas y los migrantes.
Igualmente, entre los financiadores de Atlas Network se encuentran megaempresas cuyas actividades tienen un grave impacto en la salud pública y en el medio ambiente, como la tabacalera Philip Morris y la petrolera ExxonMobil.
El responsable de su Centro para América Latina es el abogado mexicano Roberto Salinas León, presidente del Mexico Business Forum y director de Estrategia Económica de Televisión Azteca. El 9 y 10 de junio pasados, encabezó el Latin America Liberty Forum 2022 en el Centro Ricardo B. Salinas Pliego, que se enfocó en “cómo los socios de Atlas Network pueden revertir la marea estatista”. Participaron personas de todo el continente, destacando Francis Fukuyama (autor del famoso ensayo “El fin de la historia”) y los mexicanos Sergio Sarmiento, Valeria Moy (del Instituto Mexicano para la Competitividad) y Mariana Campos (de México Evalúa). La conferencia magistral corrió a cargo del primo de Salinas León, Ricardo Salinas Pliego.
Victorias efímeras
En 2017, un año antes de que la victoria de AMLO en México iniciara un segundo giro a la izquierda en América Latina, el argentino Alejandro Chafuen se atribuía satisfecho el haber detenido el primero. Fue presidente de Atlas Network desde 1991 hasta ese año y presume que, desde esa red, ayudó a “otorgar más de treinta millones de dólares en donaciones privadas a institutos de estudios económicos”.
En una entrevista concedida entonces a Lee Fang, del portal de investigación periodística The Intercept, Chafuen habló de dirigentes vinculados a Atlas Network que por esos días estaban ya en el poder en sus países, como ministros del gobierno de Mauricio Macri en Argentina, senadores bolivianos participantes del golpe de Estado contra Evo Morales, los líderes del Movimiento Brasil Libre que derrocaron a Dilma Roussef y colaboradores del presidente chileno Sebastián Piñera, además de figuras de la oposición venezolana.
Después de 2018, las cosas han ido mal para Atlas Network y sus aliados, como expresó Vargas Llosa en Miami. Pero no han cesado en sus esfuerzos y durante la pandemia, encontraron un nicho de crecimiento en la oposición a las restricciones sanitarias. En agosto de 2020, el diario argentino Página 12 identificó a Atlas Network como “el lobby ultraliberal detrás de las marchas anticuarentena”.
Sin embargo, aunque Chafuen haya presumido de sus éxitos ante The Intercept, la organización afirma no tener relación con ellos: “cualquier informe que afirme o implique que Atlas Network es responsable o ha buscado lograr un cambio político en los EE.UU. o en cualquier otro país es evidentemente falso e indefendible”.
ledz