El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que abandona la carrera presidencial hacia las elecciones del 5 de noviembre y apoyó de forma incondicional a la vicepresidenta Kamala Harris para sucederlo en la nominación.
En una decisión inesperada, debido a que se había mantenido a la defensiva ante los llamados para dimitir en la contienda, el octogenario presidente estadunidense se declaró honrado de haber servido a EU durante más de cinco décadas y aceptó ceder la estafeta a una nueva generación de líderes demócratas.
“Ha sido el más grande honor de mi vida, servir como su presidente”, sostuvo en una carta publicada en redes sociales. “Aunque ha sido mi intención buscar la reelección, creo que está en el mejor interés de mi partido y del país que renuncie y que me enfoque solamente en completar mis deberes como presidente, por el resto de mi mandato”, remató.
La sorpresiva noticia, sin embargo, no pareció tomar asombrar a los republicanos, quienes en los últimos días anticipaban una decisión similar y habían empezado a lanzar una campaña de ataques informáticos contra la vicepresidenta Harris.
Su sorpresiva decisión ocurre en vísperas de la Convención Nacional del Partido Demócrata el próximo mes en la ciudad de Chicago, donde técnicamente debía ser nominado y confirmado.
Harris, de 59 años y considerada como la heredera natural de la candidatura demócrata, se mostró agradecida por la decisión de Biden. “A nombre del pueblo estadunidense, quiero agradecer a Joe Biden por su extraordinario liderazgo como presidente de Estados Unidos por sus décadas de servicio a nuestro país. Estoy honrada de tener el apoyo de mi presidente y mi intención es merecer y ganar esta nominación”.
Casi inmediatamente empezaron a barajarse los nombres de posibles compañeros de Harris. En primer lugar, el senador demócrata de Arizona, Mark Kelly, un astronauta y figura respetada en el partido. También los gobernadores de Kentucky, Andy Beshear; de Carolina del Norte, Roy Cooper, y el de Pensilvania, Josh Shapiro.
Aunque las figuras demócratas más populares y consideradas como las cartas más fuertes para vencer a la pareja republicana de Trump-Vance eran el gobernador de California, Gavin Newson, y la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, ambos declinaron ser considerados.
La cascada de apoyo a Biden y Harris no se hizo esperar, incluidos el ex presidente Barack Obama, la ex líder de la cámara de representantes Nancy Pelosi y otros líderes demócratas.
El ex presidente Barack Obama, que en la última semana ha maniobrado para convencer a Biden de que diera un paso al lado, publicó en Medium una carta de agradecimiento y homenaje.
“Ha sido uno de los presidentes más importantes de EU, además de un querido amigo y socio para mí. Hoy también nos ha recordado, una vez más, que es un patriota del más alto nivel”.
No apoya todavía a Kamala Harris, pero honra al que fuera su vicepresidente: “Joe nunca se ha echado atrás en una pelea. Para él, mirar el panorama político y decidir que debe pasar la antorcha a un nuevo candidato es sin duda uno de los momentos más difíciles de su vida”.
El ex presidente Bill Clinton y su esposa y ex secretaria de Estado Hillary Clinton elogiaron la decisión de Biden de abandonar su candidatura y apoyaron a Kamala Harris para sustituirlo.
En un comunicado, los Clinton alabaron la “extraordinaria carrera de servicio” de Biden y respaldan a Harris como candidata demócrata. “Haremos cuanto podamos para apoyarla”.
Luego del anuncio de Biden, el candidato republicano Donald Trump lanzó un ataque publicitario contra la vicepresidenta, Kamala Harris, potencial nueva candidata demócrata a las presidenciales de EU.
De Moscú a Caracas o Jerusalén, las reacciones internacionales al anuncio de Biden no se tardaron en aparecer con tributos a su extensa carrera política.
Entre los que mandaron su respaldo están los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; Israel, Isaac Herzog; Ucrania, Volodimir Zelenski; Japón, Fumio Kishida; Polonia, Donald Tusk; Alemania, Olaf Scholz; Reino Unido, Keir Starmer, y Canadá, Justin Trudeau, entre otros.