El Departamento de Justicia de Estados Unidos apremió al gobernador de Texas, Greg Abbott, a suspender la aplicación de la ley SB4, que criminaliza a los migrantes solo por su aspecto, ya que de lo contario llevará el caso a los tribunales.
En respuesta, el mandatario texano calificó el mensaje de “hostil” y acusó al presidente Joe Biden de “estar destruyendo” a este país, pero sin retractarse.
El ultimátum, que vence el 3 de enero, fue hecho en una carta por el procurador general adjunto del Departamento de Justicia, Bryan Boynton, y dirigida a Abbott, quien firmó dicha legislación el pasado 18 de diciembre en un acto teatral en Brownsville, al pie del muro fronterizo levantado en la gestión de Donald Trump.
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“EU intenta entablar una demanda para frenar la aplicación de la SB4, a menos que Texas acepte evitar la implementación de la ley” se lee en la misiva, en la que se asegura que el país está comprometido no solo con asegurar la frontera sino con procesar a los indocumentados conforme a la ley de inmigración, metas a las que “es contraria” la SB4.
“Debido a que esta ley es inconstitucional y perturbará las operaciones del gobierno federal, solicitamos que Texas se abstenga de aplicarla”, advirtió Boynton en la misiva
Advirtió que si Abbott no confirma para el 3 de enero que el estado se abstendrá de aplicar la SB4, “Estados Unidos recurrirá a todos los medios legales apropiados para asegurar que Texas no interfiera con las funciones del gobierno federal”.
Para Departamento de Justicia, esta ley antimigrante también “socavará las relaciones exteriores de EU”, en clara alusión a México.
El ultimátum se lanza un día después de que una delegación de alto nivel, encabezada por los secretarios de Estado, Antony Blinken, y de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, visitó al presidente Andrés Manuel López Obrador, uno de los principales críticos de la SB4.
Horas después del mensaje, el gobernador texano acusó a Biden de negarse a hacer cumplir las leyes migratorias de EU y de “estar destruyendo” a ese país.
“Nunca he visto tal hostilidad hacia el estado de derecho”, posteó en sus redes. “La administración de Biden no solo se rehúsa a hacer valer las leyes vigentes de inmigración, sino que ahora pretende evitar que Texas lo haga… está destruyendo el país y Texas está tratando de salvarlo”.
La administración de Abbott ha dejado en claro que no está preocupado por las demandas en su contra, lo que, según expertos es interpretado como un interés por llevar el litigio hasta la Suprema Corte, a fin de que los estados del país puedan definir las leyes migratorias sin injerencia del gobierno federal.
Rechazada por el gobierno de México, la ley autoriza a los policías de Texas a deportar a presuntos migrantes sin acatar los requerimientos constitucionales del debido proceso.
Expertos en derecho internacional creen que la legislación texana pude dar lugar a una disputa legal con el gobierno de México, toda vez que los oficiales estatales podrían enviar hacia territorio mexicano a miles de personas al margen de su estatus migratorio o nacionalidad.
La polémica legislación, que entra en vigor el 5 de marzo próximo, ha sido denunciada por organizaciones civiles por “inconstitucional y racista”, debido a que da a los agentes policiales de Texas la autoridad de arrestar y deportar a personas bajo la sospecha de que entraron de manera ilegal al estado.
La SB4 impone, además, penas carcelarias de cinco años de prisión a quien albergue a un inmigrante indocumentado, 10 años si es acusado de tráfico de personas o 20 años si es encontrado culpable de reincidir en un ingreso ilegal al estado de Texas.
aag