Biden: veto, arma ante ola republicana

Espera “dos años horribles” si pierden posiciones en el legislativo; el trumpismo aventaja en la Cámara de Representantes y habrá equilibrio en el Senado

Sesión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. (AP)
Diego Salcedo
Washington /

Las primeras elecciones desde fallido golpe de Estado del 6 de enero de 2021 desnudaron a un país dividido y polarizado, con mayorías potencialmente mínimas tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, lo que anticipa dos años de parálisis política en Washington en la recta final hacia las elecciones presidenciales de 2024.

Aunque la cifra récord de votos anticipados, un nivel de participación inédita durante la jornada electoral y una lenta contabilidad de sufragios hicieron imposible conocer de inmediato el nuevo mapa político que dominará en el Capitolio, las tendencias mostraban que los republicanos dominarán la Cámara de Representantes y en el Senado habrá un equilibrio de mayorías operativas que frenarán las decisiones importantes.

En la Cámara de Representantes se requieren 218 votos para aprobar iniciativas legislativas, mientras que en el Senado son necesarios por lo menos 60, pero en ambos casos demócratas y republicanos no actúan típicamente como bloques de votación por lo cual los dos partidos se verán obligados a buscar alianzas políticas.

Anticipando una derrota, el presidente Joe Biden habló sobre la nueva realidad política en los últimos dos años de su gobierno.

“Si perdemos la Cámara de Representantes y el Senado serán dos años horribles… La buena noticia es que tendré una pluma de veto”, había confiado Biden durante una reunión privada con un exclusivo grupo de seguidores, la cual fue filtrada a medios estadunidenses.

Pero su poder de veto no evitará que los republicanos le provoquen fuertes dolores de cabeza, toda vez que la presidencia de la Cámara de Representantes quedará en manos del legislador por California Kevin McCarthy, quien fungirá como operador político de Donald Trump en el Congreso.

McCarthy anunció que el primer punto en la agenda legislativa de la siguiente etapa será empujar la aprobación de una nueva legislación de control fronterizo para poner fin a lo que califica como la política de fronteras abiertas de la administración Biden, además de profundizar el combate al tráfico de fentanilo en la línea divisoria con México.

Su agenda incluye en segundo lugar el inicio de una serie de investigaciones, empezando con una pesquisa para determinar el origen de la pandemia de covid, seguida por una averiguación sobre la caótica retirada estadunidense de Afganistán y una revisión de la política fiscal y el uso de recursos públicos por parte de la administración Biden.

Aunque McCarthy señaló que no tiene la intención de iniciar un proceso de juicio político contra el presidente Joe Biden, el legislador no cerró la puerta a esa posibilidad en caso de que surjan evidencias contundentes para iniciar un procedimiento de acusación y remoción presidencial.

En contraste con el pesimismo de los demócratas, con un tono triunfalista, el ex presidente Trump anticipó que sería una gran noche para los votantes y militantes republicanos.

“Va a ser genial para el país. Es un honor estar aquí, han hecho un trabajo fantástico. Salgan y voten, tienen que votar, no importa por quién voten, tienen que votar, es muy importante y esta será una lección muy importante”, señaló el ex presidente, quien la víspera deslizó la posibilidad de lanzar su candidatura a la Casa Blanca el próximo 15 de noviembre.

Pero la realidad fue que algunos de los principales candidatos apoyados por Trump, incluidos los de Pensilvania, Michigan y Arizona, entre otros estados, perdieron la competencia.

Las encuestas a boca de urna confirmaron que las elecciones estuvieron marcadas por un malestar nacional ante la incontenible espiral inflacionaria y el rumbo económico de Estados Unidos.

También desvelaron un alto nivel de escepticismo sobre la legitimidad del proceso político-electoral, toda vez que tres de cada 10 votantes desconocen el triunfo de Joe Biden.

Los sondeos mostraron que una mayoría de los votantes republicanos considera a los demócratas como extremistas, mientras que una mayoría de los demócratas tienen la misma opinión de los políticos republicanos.

Mientras que para los conservadores el principal tema de preocupación era la situación económica del país y la criminalidad, para los liberales lo eran la defensa del aborto y el combate el cambio climático y el calentamiento global.

Llamado de Biden a ganadores

El presidente Joe Biden llamó a algunos ganadores demócratas en la elección de este martes, incluidos la gobernadora electa Maura Healy, de Massachusetts, quien será la primera mandataria abiertamente homosexual, además del senador electo Peter Welch, de Vermont, y al gobernador Jared Polis, de Colorado,de acuerdo con NBC News.

El senador republicano Lindsey Graham sostuvo por la noche que los resultados de las elecciones de este martes no muestran una ola roja, pero aún cree que el Partido Republicano podría obtener el control en el Senado.

“Definitivamente no es una ola republicana, eso es seguro”, dijo Graham, de Carolina del Sur a la NBC News anoche. “Creo que vamos a estar en 51, 52, cuando todo esté dicho y hecho en el Senado”.

En tanto, los demócratas se impusieron a los republicanos respaldados por el ex presidente Donald Trump en varios estados con tendencia de izquierda, mientras que en territorios más competitivos aguardaban pruebas más duras que podrían decidir el control del Congreso y el futuro de la presidencia encabezada por Joe Biden. En Arizona se avivaron las teorías de la conspiración ante una falla técnicos en centros de votación.


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