Una vacuna para el mundo contra el covid-19 desarrollada con tecnología accesible en varios países y por cualquier firma que haya formulado dosis contra la hepatitis B, eso es lo que han promulgado expertos en Estados Unidos que han producido un compuesto, llamado Corbevax, el cual es liderado por la microbióloga hondureña, María Elena Bottazzi.
En entrevista con El País, Bottazzi ha puesto énfasis en el medicamento inyectable que marca una diferencia con otros, como los desarrollados por Pfizer y BioNTech, no solamente por cómo se formula, también en los costos y la apertura de patentes y licencias para que pueda ser más accesible y asequible para todo el mundo.
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"Decimos que es para el mundo porque existe la capacidad de producirla a una escala suficiente para cubrir toda la necesidad mundial. La tecnología para producirla ya existe en varios lugares del mundo (...). Cualquier fabricante que pueda producir vacunas para la hepatitis B puede producir esta vacuna a gran escala. Ese es el concepto de la vacuna para el mundo" recalcó la experta.
Consideró que "lo que se ha visto con las otras vacunas es que, aunque la intención es que todo el mundo pueda acceder a ellas, hay limitaciones en cuanto a su fabricación a gran escala, su almacenamiento, la propiedad intelectual".
El componente que ha encabezado Bottazzi, codirectora el Centro de Desarrollo de Vacunas del Hospital Infantil de Texas y la Escuela Baylor de Medicina, centros de salud privados en Estados Unidos que no lucran en Houston, cuenta actualmente con la autorización para su uso de emergencia en India.
Asegura que a diferencia de las "muchas más limitaciones que están impidiendo recibir o producir" vacunas contra el covid-19 en el mundo, el fármaco que desarrollaron tiene "tecnología abierta", por el cual "todos los procesos están publicados, no están patentados".
"Las multinacionales tienen que responder ante sus inversionistas, pero, en el contexto de una emergencia global, obviamente hay que ser un poco más altruistas. Han hecho una gran contribución al producir estas vacunas, pero hay que recordar que han recibido enormes subsidios públicos", sostuvo la profesional, quien incluso recordó que esos dineros son públicos a través de los impuestos que se le paga al gobierno, que en el caso de Estados Unidos se "contribuyó a estas compañías con cientos de millones".
El mismo medio español recuerda que esta actitud de ayuda mundial a descartar el uso de patentes en un fármaco lo hizo el virólogo estadunidense Jonas Salk, quien en 1953 dijo que en conjunto con su equipo determinaron liberar las patentes de la primera vacuna que diseñaron contra la polio, cuadro de gravedad en ese entonces para el mundo.
Indonesia, Bangladesh y Botsuana son otros de los países que aún están a espera de que las autoridades sanitarias emitan el visto bueno al fármaco, donde considera que,
mientras más naciones aprueben la vacuna Corbevax, "se va haciendo un efecto de bola de nieve", ante lo cual la experta cree "que en 2022 va a lograr cerrar esa brecha de inequidad".
La experta, que tiene nacionalidad italiana, hondureña y estadunidense, también manifiesta su confianza en que el fármaco también ayude a disminuir la inequidad en la administración de vacunas contra el covid-19 en América, recalcando además que, por sus componentes, es considerada halal, concepto que permite que sea aplicada para seguidores de la religión musulmana.
"Empezamos a trabajar con Medio Oriente y vimos que es muy importante para ellos. Nos aseguramos de no utilizar ningún reactivo que sea derivado de animales. Todo es con procesos sintéticos o vegetales", afirmó.
Bottazzi, quien trabaja conjuntamente con el doctor estadunidense Peter Hotez, también mencionó que el presupuesto de la vacuna Corbevax en 20 meses fue de cinco millones de dólares, una suma que posiblemente sea menor a otros fármacos contra el coronavirus. Según sus comentarios, fue la compañía india Biological E, principal socio industrial, quien tuvo sus propios mecanismos económicos que fueron aportados de la familia que compone la empresa, sin descartar también el respaldo de otros organismos en la firma.