El controvertido líder de la Iglesia surcoreana del Amor Máximo, el pastor Jun Kwang-hoon, volvió a ser encarcelado hoy a petición de la fiscalía tras liderar manifestaciones que causaron un incremento de contagios de coronavirus en Seúl.
Jun había sido detenido el pasado febrero por violar supuestamente la ley electoral y posteriormente puesto en libertad bajo fianza y a condición de no volver a participar en manifestaciones relacionadas con su caso, pendiente de resolución judicial.
La fiscalía presentó nuevos cargos contra él y volvió a pedir su encarcelamiento provisional por vulnerar las condiciones de su finanzaal haber participado en manifestaciones multitudinarias organizadas en Seúl a mediados de agosto que han sido relacionadas con el incremento de contagios de coronavirus en la región capitalina.
Un tribunal de Seúl ordenó este lunes el nuevo internamiento de Jun en el Centro de Detención de Seúl, adonde ya ha sido trasladado el polémico pastor, de 64 años, según informó la agencia local Yonhap.
"Si una persona es detenida por una simple palabra del presidente, esto no puede ser considerado un país. La República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur) se ha convertido en un Estado totalitario", dijo Jun a los medios antes de ingresar en prisión.
Muy crítico con el presidente surcoreano Moon Jae-in, al que considera un "espía norcoreano" amigo de China, Jun ha exhibido desde el verano de 2019 su capacidad de convocatoria en las masivas protestas contra casos de corrupción del Ejecutivo.
Desde el pasado febrero, cuando estalló el primer gran brote de COVID-19 en Corea del Sur, Jun ha desafiado además insistentemente la prohibición de organizar grandes manifestaciones o servicios religiosos sin distancia social.
El mayor brote registrado en Corea del Sur desde que repuntaron los contagios en el país durante este verano está ligado a la iglesia presbiteriana ultraconservadora encabezada por Jun, entre cuyos fieles se han producido más de un millar de contagios.
grb