Países Bajos es un lugar lleno de embarcaciones en las que suelen dormir algunas personas, de canales emblemáticos, de caminos en donde neerlandeses pasean en sus bicicletas para su traslado. También es uno de los países en los que el coronavirus llegó y en el que Mary Paz, estudiante de intercambio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se quedará hasta que pase la crisis sanitaria.
Mary Paz, estudiante de Ciencias de la Comunicación, llegó a Groninga, una provincia al norte de Países Bajos, antes de que la emergencia azotara en varias ciudades de Europa.
Viajar al lugar de los enormes castillos y de los viejos canales para conocer los lugares que había leído en libros o visto en películas era una de sus principales motivaciones para irse de intercambio a la Universidad de Groningen.
Era la primera vez que ella volaba en avión, que se iba a otro país para vivir sola, estudiaba en otro idioma y conocía gente de diferentes lugares del mundo.
El coronavirus llega a Países Bajos
Al principio todo comenzó como cualquier intercambio, con sus altas y bajas, "era una aventura incierta, emocionante y pues de alguna manera hubo casi un mes y medio que yo estuve viviendo un intercambio muy tranquilo".
Mary Paz estaba atenta a las noticias y veía lo que sucedía en China, pero veía muy lejano que el virus llegara a Países Bajos; sin embargo, los casos empezaron a abundar en Italia, en España, en Francia, en todo Europa.
El coronavirus 'aterriza' en Países Bajos
El reino de Países Bajos anunció que el primer caso de coronavirus había llegado al país el 27 de febrero.A partir de esa fecha los casos comenzaron a multiplicarse, por lo que el 12 de marzo, el gobierno anunció medidas para evitar el contagio.
- Quedarse en casa si presentan resfriado, tos, dolor de garganta o fiebre.
- Evitar el contacto social
- Las reuniones con más de 100 personas se cancelan en los Países Bajos. Esto también se aplica a lugares públicos como museos, salas de conciertos, teatros, clubes deportivos y competiciones deportivas.
- Para personas vulnerables: (los ancianos y las personas con resistencia reducida) eviten los grupos grandes y el transporte público.
- Se solicita a los colegios y universidades que ofrezcan educación en línea en lugar de conferencias a gran escala.
"El 8 de marzo fue mi cumpleaños y tenía planeado un viaje a Bélgica el 14, 15 y 16 de marzo que era el fin de semana posterior a esa fecha y ya todo estaba pagado. Todos estaban planeando viajes, iban y venían, de alguna manera todos estaban disfrutando de su intercambio", narra Mary Paz.
El 12 de marzo, el gobierno de Países Bajos anunció que iban a poner restricciones en primarias, secundarias, universidades y en varias partes como museos, cines, entre otros. A Mary Paz le pospusieron sus clases hasta el 10 de abril.
"Todavía ese viernes yo pensaba ir a Bélgica no pensaba la gravedad del asunto, pero todos los compañeros con los que iba a ir empezaron a cancelar su viaje porque en Bélgica ese fin de semana anunciaron que iban a cerrar todos los negocios, restaurantes, bares, negocios, comercios", cuenta.
Ante el pánico por la emergencia sanitaria por el coronavirus, Mary Paz vio que muchos de sus compañeros agarraban sus maletas y comenzaban a regresar a sus países, fue ahí cuando el miedo empezó para ella. Algunos se alistaban para irse y no sabía si quedarse o permanecer en la universidad.
"Algunos se fueron y no nos dimos una despedida adecuada, yo sabía que nos íbamos a despedir en cualquier momento, pero no de esta manera. El aislamiento es difícil para llevar y más para cuando estas en un país extranjero", comenta Mary Paz.
UNAM pide seguir recomendaciones del país
Mary Paz logró viajar hasta Países Bajos gracias a una beca que la UNAM les otorga y una plaza en una universidad extranjera, lo cual lo consiguió con esfuerzo durante toda su carrera.
Los precios comenzaron a subir en Países Bajos, por lo que algunos bienes y servicios empezaron a hacer estragos en los bolsillos de Mary Paz, pues antes pagaban 20.50 pesos por euro, pero se incrementaba a 25 o 26 dependiendo de lo que pasaba en el mundo.
"Son cosas que tensan, que son difíciles de aceptar porque de repente estás normal y viviendo un intercambio con sus altibajos y todo lo que tú querías, pero a final de cuentas un intercambio, a pesar de no saber qué onda, con un estado de incertidumbre, no quiero decir que total, pero sí bastante complicado".
Varias universidades del mundo comenzaron a regresar a sus estudiantes, recibían notificaciones de que les pedían regresar, sin embargo, la UNAM no siguió estos mismos pasos, fue poca la comunicación que los estudiantes recibieron.
"Por parte de la UNAM fue una recomendación de seguir las indicaciones del país en el que estuviéramos y que si queríamos regresar a México no iba a ver repercusiones económicas y digamos que se iban a ajustar los cambios que hicieran", cuenta Mary Paz.
Mientras que la Universidad de Groningen comunicó que las clases se suspenderían hasta el 6 de abril, pero durante ese tiempo van a contar con clases en línea.
La vida en cuarentena desde otro país
Luego de la suspensión de clases, Mary Paz decidió mudarse durante dos semanas con sus amigos mexicanos, ya que antes vivían en una residencia estudiantil en donde en cada piso había al menos 30 personas.
Los cuatro estudiantes de carreras diferentes rentaron una casa para que ahí pudieran vivir juntos los cambios, sin embargo, luego de cumplir las dos semanas regresarán a sus respectivas residencias.
Para Mary Paz la vida en cuarentena no es fácil, porque no puede salir a los lugares que ella planeaba ir, ni pasear en la bicicleta que compró para andar por la ciudad, ni estudiar y conocer más amigos en el extranjero.
"Buscamos adaptarnos y estar lo mejor posible este momento, vemos películas, hablamos y pues ahora estamos viviendo eso de estar ahora juntos, ya se verá que viene".
Su familia y su regreso a México
Mary Paz también mantiene comunicación con su familia a través de videollamadas por WhatsApp y Skype, quienes están preocupados y siempre le preguntan si está bien, sin embargo, ella reconoce que el ambiente en ocasiones es triste.
"Me preguntan que si estoy bien, que si estoy triste porque te imaginarás que toda mi vida durante la Facultad fue un constante esfuerzo por lograr venir aquí, que pase esto es confuso, complicado, mucho que pensar y podría decirse que un bajón emocional porque de repente estás en un punto y luego pasas a otro en el que no te esperabas estar".
Hasta el momento, Mary Paz no piensa regresar, aunque si se agrava más la situación debido a la emergencia sanitaria regresará a México, quien aun no cierra fronteras con otros países.
"Si se agrava más tal vez la decisión sería volver a México y si mejora pues tal vez pensar en hacer otro viaje, pero por ahora estamos en pausa, ahorita nos tendríamos que concentrar en otra cosa, sobre todo en mantenernos estables emocionalmente para lo que venga, sea bueno o malo", cuenta Mary Paz.
bgpa