El Reino Unido elevó a 43 mil 550 el número de muertes por coronavirus tras registrarse otros 36 fallecimientos en las últimas 24 horas, lo que pone al país como el más afectado de Europa y tercero del mundo por la pandemia, según datos del Ministerio de Sanidad.
El Ministerio precisó que, de 9.19 millones de pruebas realizados desde el inicio de la crisis, 311 mil 151 han dado positivo, de los cuales 901 en las 24 horas.
Si bien el gobierno del primer ministro, Boris Johnson, informa solo de las muertes certificadas por una prueba diagnóstica, otras estadísticas indican que el número real de decesos atribuibles al virus supera los 54 mil en este país.
Los últimos datos se conocen después de que la Policía revelara hoy que realizó varias detenciones por fiestas callejeras ilegales celebradas el viernes y el sábado en varios puntos de Londres, que violaron la normativa impuesta por la pandemia.
El pasado fin de semana, se produjeron aglomeraciones en distintas playas británicas, debido al inusual buen tiempo de aquellos días, que ahora parece haber remitido, lo que motivó al Ejecutivo a amenazar con cerrarlas al público.
El gobierno conservador de Johnson intenta combinar la necesidad de contener el virus con su objetivo de acelerar la reactivación de la economía, que se encamina a la mayor recesión de la historia del país en tiempos de paz.
Un portavoz oficial confirmó ayer que el Ejecutivo planea introducir a partir del 6 de julio un nuevo sistema de alerta que sustituirá a la muy criticada cuarentena obligatoria que ahora aplica a los viajeros que llegan al Reino Unido.
Con el nuevo mecanismo, el gobierno adjudicará los colores rojo, ámbar o verde a los diferentes países según la prevalencia del virus dentro de sus fronteras, y solo los calificados con el rojo deberán cumplir el encierro de 14 días.
Se espera que el miércoles se difunda la lista de los territorios exentos por tener el color verde o ámbar, entre los que se prevé que esté incluida España.
Tras un semestre dedicado a gestionar la pandemia, Johnson planea relanzar su proyecto político el próximo martes con un discurso en el que anunciará inversiones en infraestructuras, adelanta este domingo en una entrevista con "The Mail On Sunday".
El líder conservador, que ganó por mayoría absoluta las elecciones del pasado 12 de diciembre con su promesa de materializar el Brexit -ejecutado formalmente el 31 de enero de 2020-, quiere cumplir su promesa de regenerar económicamente las zonas más deprimidas del centro y norte de Inglaterra, antiguos feudos laboristas que lo apoyaron en las urnas por su respaldo a romper con la Unión Europea.
El primer ministro, que indica que no prevé subir los impuestos, asegura en la entrevista que "de ninguna manera se volverá a la austeridad de hace diez años", aplicada por su colega David Cameron después de la crisis crediticia de 2008, responsable en buena medida del descontento de la parte de la población que apoyó el Brexit.
jamj