Vanessa es mexicana y lleva 5 años viviendo en Ámsterdam y nunca imaginó que le tocaría vivir una crisis como la que ha provocado la pandemia por el Covid-19.
Aunque el gobierno se lo tomó con calma al principio, luego decretó cerrar todos los restaurantes, bares y coffee shops, lo que provocó largas filas de gente que quería surtirse de mariguana.
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Y aunque Vanessa teme quedarse sin ingresos pues no puede trabajar por ahora, ha aprendido que en Ámsterdam "papá gobierno" no te dejará en la calle.
Ésta es la historia de Vanessa y vida en medio de la crisis por el Covid-19:
Mi nombre es Vanessa Del Pozo Sánchez y resido en Ámsterdam. Llegué aquí hace ya 5 inviernos para estudiar y pensé que eso era difícil de lograr; sin embargo, hoy nos encontramos en una situación que nunca nadie esperó: una pandemia de coronavirus que no sólo tendrá repercusiones en la salud y pondrá en riesgo muchas vidas, sino que conlleva una recesión económica en todo el mundo.
A diferencia de muchos países de la Unión Europea, los Países Bajos tomó decisiones más laxas para el control del virus. Durante su último comunicado, el primer ministro informó que la solución a este problema no era encerrar a todo el mundo en su casa por cierto periodo, sino, intentar que por decisión propia, nos mantuviéramos fuera de las calles, pero sin una restricción del gobierno, asegurando que este país siempre ha sido abierto, y que con el tiempo irán ajustando sus medidas dependiendo de cómo se comporta el virus.
En los días anteriores las compras de pánico no se hicieron esperar, especialmente el papel de baño y muchos de los supermercados no podían abastecer sus estantes vacíos, pero yo siempre intenté mantener la calma y sólo comprar lo que necesitaba.
Sin embargo, el pánico entró en mí cuando me di cuenta que todos los trabajos que tenía acá se veían afectados por esta situación.
Para sobrevivir por este lado del charco, trabajaba en un restaurante como mesera, cuidaba perros, era tutora de estudiantes de secundaria y preparatoria y mi más reciente trabajo sería de bailarina extra para el Opera y Ballet Nacional. Todos estos trabajos son sin un contrato de horas, por lo tanto si no trabajo, no gano dinero.
Para otras personas, la emergencia es otra. Por ejemplo, el domingo el primer ministro emitió un comunicado diciendo que en 30 minutos todos los restaurantes, bares y coffee shops deberían cerrar hasta el 6 de abril de este año, lo que provocó compras de pánico de mariguana y hash en las coffee shops, creando filas interminables en todas las tiendas de la ciudad.
Otras personas deben decidir entre quedarse en este país o regresar a su país natal para estar cerca de su familia en esta situación.
Sin importar a qué tipo de grupo perteneces en esta sociedad, la mayoría de las personas se sienten económicamente seguras, esto lo digo desde mi percepción, porque la gente ha tomado estos días como de vacaciones, aprovechando su tiempo libre en el parque para tomar el sol, que finalmente llegó.
Sin embargo, siempre hay un grupo de la población rezagado y en este caso hay muchas personas que viven al día y estresados por la situación actual.
Yo escucho muchos comentarios de amigos míos que se encuentran así, pero si hay algo que he aprendido viviendo en este país por casi 5 años es que “papá gobierno” no te dejará en la calle y siempre tendrás al menos un techo donde vivir y qué comer.
Sin darme cuenta, es el tipo de comentarios que nunca hubiera tenido en México, una seguridad económica que al final no te dejará morir de hambre ni te dejará sin un techo, incluso siendo un migrante en este país.