El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) de Cuba confirmó hoy que son “más de 400 mil” los habitantes de la isla que padecen las consecuencias de la sequía, con lo cual se ha agregado otro factor a la crisis multiforme que sufre el país desde hace más de dos años.
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“La mayor cantidad de afectados por la sequía se concentra en las provincias orientales de Guantánamo, más de 90 mil ciudadanos; Camagüey, más de 60 mil personas; Santiago de Cuba, más de 50 mil; y La Habana (occidente), con más de 47 mil”, informó el titular del INRH, Antonio Rodríguez.
Esa realidad implica abastecerse de agua mediante camiones cisternas o con distribuciones por las redes de tuberías en ciclos que a veces sobrepasan los tres días.
El INRH precisó que entre el primero y el 10 de marzo pasados, 137 de los 168 municipios de Cuba no reportaron lluvias.
El Centro del Clima del Instituto de Meteorología informó por su parte que “en marzo deben registrarse acumulados de lluvias por debajo de la media histórica mensual en las regiones occidental y central, y dentro del rango de lo normal en el oriente cubano”.
Vladimir Guevara Velazco, director científico del Instituto de Meteorología, significó que “estamos prácticamente en el periodo más extremo del fenómeno y, por las perspectivas climáticas debe extenderse durante los próximos meses de la temporada poco lluviosa; entiéndase el resto de marzo, abril y el inicio climático de las precipitaciones del periodo lluvioso, fijado después del 15 de mayo”.
A consecuencia de la sequía se han desatado en el país decenas de incendios forestales. El más intenso hasta ahora ocurrió en las orientales montañas de Mayarí. El fuego estuvo activo 19 días y arrasó con unas cinco mil 756 hectáreas, de ellas más de cuatro mil 630 en las que abundan el pino cubensia, la casuarina, el eucalipto y el charrasco.
La sequía, los incendios forestales y la disminución de agua potable se suman al desabastecimiento de alimentos, medicinas y gasolina por falta de liquidez para importarlos, así como a una crisis energética que las autoridades aseguran disminuirá en el verano próximo.