Joe Biden y Vladimir Putin, presidentes de Estados Unidos y Rusia, respectivamente, se reunirán en Ginebra, Suiza, el 16 de junio en el contexto de una de las mayores crisis entre ambas naciones en su historia reciente.
Desde el inicio de la administración de Biden, ambos mandatarios se han visto envueltos en tensiones por cinco puntos clave, que serán discutidos en la reunión.
Ciberataques e injerencia en elecciones
Estados Unidos acusa desde hace años Rusia de injerencia en sus elecciones y de lanzar ataques cibernéticos contra agencias de su gobierno y empresas privadas.
En abril, la administración Biden sancionó a Rusia por el ciberataque 'SolarWinds', que afectó a organismos federales y a más de 100 empresas del país norteamericano, y por una presunta injerencia en las elecciones presidenciales de 2020.
Asimismo, en mayo, el principal sistema de oleoductos de la costa este de Estados Unidos, Colonial Pipeline, sufrió un ataque de ransomware que dejó sin servicio los servidores de la empresa, cuyos mensajes fueron borrados.
Dicho ataque fue ligado por autoridades estadunidenses al grupo de hackers de DarkSide, de orígen ruso, quienes pidieron un rescate a cambio de restaurar las operaciones del sistema de oleoductos que componen el 45 por ciento del combustible consumido en la costa este de dicho país.
Recientemente, la Casa Blanca también asoció a Rusia con un ciberataque contra JBS, el gigante mundial del procesamiento de carnes.
Rusia refuta estas afirmaciones y, a su vez, acusa a Washington de apoyar a la oposición política de su país y financiar organizaciones y medios de comunicación críticos con el Kremlin.
Navalni, represión y el ataque al Capitolio de Washington
Biden ha señalado que prevé resaltar en esta cumbre el compromiso de Washington "de defender los derechos humanos y la dignidad".
La oposición rusa afirma que las autoridades han intensificado la represión a partir de enero cuando Alexéi Navalni fue detenido al llegar al aeropuerto de Moscú y más tarde condenado a dos años y medio de prisión por violar su libertad condicional previa por corrupción.
Alexéi Navalni, quien es considerado el principal político de oposición al Kremlin, fue envenenado en Siberia el 14 de agosto de 2020 por el gobierno ruso, según un grupo de expertas en derechos humanos de la ONU.
El 24 de agosto fue trasladado a un hospital de Berlín, Alemania, donde fue sometido a un tratamiento por envenenamiento casi fatal aunque fue dado de alta un mes después.
Navalni se mantuvo en ese país hasta febrero, cuando fue detenido, al tiempo que las autoridades rusas se movilizan para ilegalizar a su movimiento político.
El opositor se declaró en huelga de hambre ante la negativa de autoridades penitenciarias de atender sus dolores de espalda y piernas. Tras 20 días de protesta, Navalni fue trasladadado a un hospital, donde se reportó que su condición es "satisfactoria" y está recibiendo "terapia de vitaminas" con su consentimiento.
Putin, por su parte, acusa a Washington de aplicar un "doble rasero" e intentar interferir en asuntos internos de Rusia. Asimismo, defendió a los manifestantes que irrumpieron en el Capitolio en Washington, afirmando que sus demandas políticas son legítimas.
A su vez, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó recientemente a Hollywood de aplicar censura y señaló que Estados Unidos ha llevado la 'corrección política' al nivel de lo "absurdo".
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Violaciones a acuerdos de seguridad
En los últimos años, Moscú y Washington se han acusado recíprocamente de violar acuerdos de seguridad, en particular uno crucial de armas: el Tratado sobre Fuerzas Nucleares (misiles) de Rango Intermedio, que quedó suprimido luego de que el ex presidente Donald Trump se retirara en 2019.
En junio, Rusia abandonó formalmente el Acuerdo de Cielos Abiertos, que permitía a los Estados firmantes realizar vuelos de vigilancia y compartir datos con sus aliados, después de que Estados Unidos hiciera lo mismo en 2020.
Sin embargo, Putin y Biden extendieron en febrero el tratado nuclear New START, el último acuerdo de reducción de armas que queda entre Rusia y Estados Unidos.
Putin hizo hincapié en una nueva carrera armamentista e hizo alarde de las armas de próxima generación rusas que, en su opinión, vuelven obsoletos los sistemas de defensa antimisiles occidentales.
Perduran las tensiones respecto a los conflictos en Siria, Libia y Ucrania. En abril, Rusia destacó más de 100 mil efectivos cerca de sus fronteras con Ucrania y en Crimea, lo que a su vez provocó advertencias de la OTAN.
Biden y Putin, con fricciones diplomáticas desde el día 1
Las tensiones diplomáticas entre Moscú y Washington se dispararon a partir de que Biden asumió su cargo.
Después de que Biden comparase en marzo a Putin con un "asesino" y le advirtió que "pagará las consecuencias" por presuntamente tratar de socavar su candidatura en las elecciones realizadas en noviembre de 2020.
El mandatario ruso, por otro lado, pidió a Biden que fuera "menos impulsivo" que Donald Trump, y en un raro gesto, llamó a su embajador en Washington a consultas y señaló que su par estadunidense también debería trasladarse a Washington.
Cuando Estados Unidos, en abril, anunció sanciones por piratería informática contra Rusia, también expulsó a diez diplomáticos de este país. Moscú respondió de la misma forma y además prohibió a la embajada estadounidense contratar a ciudadanos extranjeros entre su personal.
La representación estadunidense se vio obligada a suspender la mayoría de sus servicios consulares.
En mayo, Rusia designó formalmente a Estados Unidos como un Estado "hostil". Por ahora, el único otro país que integra esta lista es República Checa.
EU y Rusia, a la espera de intercambiar prisioneros: Biden
Se espera que el futuro de varios prisioneros de ambos países figure en la agenda.
El ex marine estadunidense Paul Whelan ha estado encarcelado durante 16 años en Rusia por espionaje. Instó a Biden a organizar un intercambio de prisioneros y en una entrevista reciente afirmó haber sido víctima de la diplomacia de rehenes.
Otro ciudadano de Estados Unidos, Trevor Reed, fue condenado a nueve años de prisión en 2020 bajo cargos de haber agredido a agentes de policía rusos en estado de ebriedad.
Moscú podría contemplar el retorno del célebre traficante de armas ruso encarcelado en Estados Unidos, Viktor But, y de un piloto contratado y presunto narcotraficante, Konstantin Iaroshenko.
La madre (anciana) de But ha pedido a Biden y Putin que acuerden la liberación de su hijo.
AESC