La dureza de las medidas económicas anunciadas por el gobierno argentino tendrán un impacto devastador en el bolsillo de los ciudadanos por el aumento de la inflación, en momentos de angustia general por una crisis que ya arrastra un alza del costo de vida de casi 150 por ciento anual.
El ministro de Economía del presidente Javier Milei anunció el martes un plan de ajuste que implica un profundo recorte de gastos y una devaluación del peso del 54 por ciento, además de una reducción de subsidios a los servicios públicos y el transporte, medidas que alimentarán momentáneamente la inflación.
"Va a ser durísimo y el tema es que se soporte, porque estos planes (como el anunciado) en un papel te cierran, pero después que no te salga la gente a la calle y con justificación. ¡No!", dijo a Reuters el ingeniero agrónomo José Diz.
Milei ha dicho repetidas veces que "no hay plata" y que las medidas de "shock" implicarán atravesar meses difíciles, pero que son necesarias para sacar adelante un país que tiene al 40 por ciento de la población sumida en la pobreza.
"Más allá de los duros costos que tendrá asociados en los próximos meses a partir de una profundización del escenario de estanflación, y que requerirán de respaldo parlamentario y tolerancia social, los inversores podrían recibir positivamente la fuerte decisión política", dijo a Reuters el economista Gustavo Ber, de la consultora Estudio Ber.
"Tal como estaba previsto, la inflación se aceleraría en los próximos meses a partir de la corrección de precios relativos, con un piso del 20 por ciento mensual", agregó en relación al anuncio del gobierno de una inflación del 20-40 por ciento entre diciembre y febrero.
Si bien Milei, quien asumió la presidencia el domingo, recibió un contundente apoyo de los votantes tras años de una crisis económica que se profundizó durante el gobierno peronista saliente, muchos se preguntan si el ritmo brutal del ajuste propuesto será tolerable.
"Es una decisión que considero está bien porque esto no da para más. Pero también es un choque muy profundo para el bolsillo de la gente, te destruye", dijo Facundo Marino, un empleado de 53 años, en el centro de Buenos Aires. "O aumentás los sueldos o no sé qué va a pasar en este país", agregó.
El banco central de Argentina anunció el miércoles que impondrá una nueva "paridad móvil" que debilita el peso 2 por ciento mensual después de una fuerte devaluación del 54 por ciento a 800 pesos por dólar para el tipo de cambio oficial.
"Creo que los dólares financieros y libre podrían reacomodarse al alza hacia una 'brecha' inicial del orden del 40 por ciento", dijo Ber, quien agregó que los dólares financieros y el dólar libre (conocido popularmente como blue) se moverían "inicialmente hacia la zona de los mil 100, mil 200 pesos".
El gobierno anticipó que aumentará la ayuda social para los sectores más necesitados, pero habrá que evaluar el impacto de las medidas en la clase media y en quienes pierdan el empleo por la reducción de ministerios y secretarías y la suspensión de las obras públicas, entre otros recortes.
"Sus medidas, en teoría, están buenas para arreglar la economía, pero en el medio mucha gente va a sufrir por eso. Quizás habría otras formas que no afectaran de manera tan brusca a la mayoría de las personas que trabajan y estudian en Argentina", concluyó Agustina Ferreira, una empleada de 19 años.
SNGZ