El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, propuso hoy al mandatario recién electo de Estados Unidos, Joe Biden, el desarrollo de una “relación constructiva” entre los dos gobiernos, en la primera reacción oficial en la isla al desenlace de los comicios en el país norteño.
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“Reconocemos que, en sus elecciones presidenciales, el pueblo de Estados Unidos ha optado por un nuevo rumbo. Creemos en la posibilidad de una relación constructiva y respetuosa de las diferencias”, escribió Díaz-Canel en su cuenta en Twitter.
Aunque los medios cubanos dieron un bajo perfil a las elecciones presidenciales en Estados Unidos, los ciudadanos de la isla siguieron paso a paso el desarrollo de esos comicios a través de otros medios.
El interés en los comicios y hasta los festejos por la anunciada victoria demócrata partió de las diferencias de políticas hacia Cuba entre Biden y el gobernante Donald Trump.
Una inmensa mayoría de la diáspora cubana que vive en Estados Unidos, asentada principalmente, en Florida apoyó al presidente Donald Trump en la contienda.
Durante su administración, el republicano impulsó una política de sanciones hacia la isla que, se sumó al embargo comercial, económico y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace casi 60 años en la administración de John F. Keneddy.
Mientras que Biden abogó en su campaña por retomar el acercamiento a La Habana iniciado por el presidente Barack Obama, de quien fue vicepresidente.
Jill, la esposa de Biden, visitó La Habana incluso antes de que los dos países restablecieran las relaciones diplomáticas durante el mandato de Obama, tras medio siglo de cierre de embajadas por decisión de Washington.
Por lo general, los dirigentes cubanos suelen ser muy cautelosos en cuanto a pronunciarse después de una elección presidencial en EU, país con el cual han estado en permanente conflicto desde 1959.
“¡Al fin una buena noticia!”; comentó a MILENIO vía telefónica Vivian Menéndez, quien alquila un apartamento a turistas extranjeros, con mayoritaria clientela estadunidense.
Trump, quien hasta hoy no había reconocido la victoria de Biden, redujo el envío de remesas a la isla, prohibió las visitas de los estadunidenses, canceló los vuelos directos y los viajes de las compañías de cruceros, y hasta obligó al cierre del único hotel administrado en la isla por una compañía de ese país.