El candidato demócrata hacia la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, tiene altas probabilidades de ganar la elección frente al presidente Donald Trump. La mesa ya está puesta para que el martes 3 de noviembre cierren las urnas.
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Sin embargo, quien gane su puesto en la Casa Blanca aún tendrá varios retos que enfrentar: la pandemia del covid-19, la crisis económica y social, la migración, el cambio climático y la posición de Estados Unidos como un ente en la geopolítica mundial aún está en juego.
¿Qué podría hacer Joe Biden en sus primeros días como mandatario en caso de ganar las elecciones de Estados Unidos? Aquí te explicamos.
Detener el coronavirus en EU pese a su masiva propagación
Uno de los más agudos contrastes entre Biden y el presidente Donald Trump es en cuanto a las políticas para manejar la pandemia del coronavirus.
El ex vicepresidente sostiene que el rol del gobierno es precisamente actuar en ese tipo de crisis. A diferencia de Trump, Biden no cree que es una cuestión meramente de los gobernadores locales y que el gobierno federal sólo debe servir de apoyo. Afirma que inmediatamente pondría en marcha una estrategia nacional para "adelantarse" al virus y acabar con la crisis provocada por la pandemia.
Su plan incluiría la orden de usar mascarillas en todo el país y de ampliar las pruebas diagnósticas gratuitas de covid-19, impulsando la producción estadunidense de equipamiento médico y haciendo que cualquier futura vacuna "sea gratis para todos, tengan o no seguro" de salud.
Biden, a diferencia de Trump, promete hacerle caso a los expertos y asesorarse para poder difundirle a la ciudadanía los mensajes correctos para evitar el contagio, manteniendo incluso al 'zar' de la pandemia en Estados Unidos, Anthony Fauci, y ordenará que el país se reintegre a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, se muestra a favor de un robusto gasto federal para ayudar a negocios e individuos, junto a los gobiernos estatales y locales, para lidiar con las repercusiones económicas de la pandemia. También ha prometido aplicar la Ley de Producciones para Defensa, un estatuto que existe desde la Segunda Guerra Mundial y que le permite al presidente ordenar la manufactura de productos o equipos necesarios para enfrentar una crisis nacional.
Recuperar la economía... pero conforme al control de la pandemia
Reabrir efectivamente la economía será otra prioridad inmediata, según Biden, pero sostiene que no se podrá recuperar plenamente hasta que la pandemia del coronavirus esté bajo control.
El demócrata, que recuerda su experiencia uniendo a legisladores de ambos partidos, dice que pedirá al Congreso acordar un enorme paquete de estímulo para enfrentar los efectos del coronavirus y ayudar a las familias que más están sufriendo, así como a los golpeados pequeños negocios.
En julio, Biden reveló su estrategia "Build Back Better" (Vuelve a Construir Mejor), un plan de 700 mil millones de dólares para crear millones de trabajos. De acuerdo con expertos, el plan económico de Biden podría beneficiar a México.
El financiamiento vendría del cobro de mayores impuestos a los estadunidenses más ricos y a las grandes corporaciones, a los que el presidente Trump aplicó reducciones de impuestos. También ha dicho que invertiría grandes cantidades en el sector de energías renovables.
Propone además una tasa impositiva de 28 por ciento para las corporaciones, menos que antes pero más alta de lo que es actualmente, de 21 por ciento, y alzas de impuestos para los que reciban más de 400 mil dólares anuales. Se estima que ello generará 4 billones de dólares en los próximos 10 años.
Regresar al Acuerdo de París, la obligación de EU ante la crisis climática
Biden ha venido haciendo llamados a tomar acciones para combatir el cambio climático en Estados Unidos, golpeado por un creciente número de huracanes e incendios forestales en los últimos años. También prometió revertir rápidamente varios retrocesos decididos por Trump respecto a regulaciones sobre estándares ambientales.
"La primera cosa que haré será volver al Acuerdo de París", prometió Biden durante su primer debate contra Trump, que abandonó el pacto global sobre el clima en 2017. "Porque con nosotros afuera, miren lo que está pasando. Todo se está desmoronando".
También dijo que organizaría una cumbre de los principales contaminadores del mundo para "persuadirles" de llegar a compromisos más ambiciosos para reducir las emisiones de carbono. Biden ha preparado un ambicioso plan de dos billones de dólares contra el cambio climático, que incluye una "revolución de energía limpia" que busca una economía de cero emisiones como máximo para 2050.
La migración y la ciudadanía para los dreamers, el tema pendiente
Biden considera que las políticas contra los inmigrantes de Trump constituyen “un implacable asalto” contra los valores patrios y ha prometido “reparar el daño”, pero advierte que no dejará de vigilar la seguridad fronteriza.
Ha anunciado que inmediatamente crearía una fuerza de tarea federal para reunir a más de 500 niños que fueron separados de sus padres por la administración Trump en la frontera con México. Biden ha descrito esas separaciones como el resultado "criminal" de la política de tolerancia cero de Trump, que ha buscado disuadir a los migrantes de cruzar hacia Estados Unidos.
Además ha prometido cesar la construcción del muro en la frontera con México y revertir las prohibiciones de viaje que impiden que nacionales de varios países de mayoría musulmana ingresen a Estados Unidos.
Pero uno de sus pasos más controversiales podría ser el que tome respecto a los millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, en específico los dreamers.
"En los 100 primeros días, enviaré al Congreso de Estados Unidos un plan con un camino a la ciudadanía para más de 11 millones de personas indocumentadas", dijo Biden en su último debate con Trump, el 22 de octubre.
Biden ha prometido reinstaurar inmediatamente el programa DACA, que ha permitido la estadía en el país a millones de personas traídas ilegalmente a Estados Unidos cuando niños, y derogar las restricciones contra el asilo implementadas por Trump.
También se mostró favorable a permitir que quienes entraron ilegalmente con sus padres cuando eran niños, un grupo de unos 700 mil jóvenes conocidos como dreamers, puedan quedarse legalmente en el país y dar pasos para obtener la nacionalidad estadunidense.
Además, Biden dice que revocará la medida de Trump de negarle visas o status de residente a quienes usen servicios públicos, como la asistencia nutricional para los pobres. Apoya además suspender por 100 días todas las deportaciones mientras su equipo analiza maneras de revocar las políticas migratorias de Trump.
Sin embargo, Biden está a favor de la norma vigente durante la presidencia de Obama de deportar a los migrantes sin condición legal que hayan sido convictos de un crimen o que presenten una amenaza a la seguridad pública, pero rechazando la política de Trump de expulsar a todos los que hayan cruzado la frontera sin autorización.
Recuperar el status quo en política exterior antes de Trump
Biden está a favor de una estrategia de lucha contra el terrorismo usando comandos especiales o ataques aéreos, en vez de despachar a soldados a territorio ajeno. Desea cerrar la cárcel de Guantánamo.
Si bien apoyó la invasión de Irak en el 2003, de lo que ahora se arrepiente, ha dicho que dará prioridad a la diplomacia y a los tratos mediante alianzas e instituciones internacionales.
Biden ha criticado a Trump por su posición ante el contexto internacional, como la guerra comercial con China y la ruptura del acuerdo nuclear con Irán. Sumado además a los constantes conflictos que ha tenido con los históricos aliados de Estados Unidos: la OTAN.
Biden ya ha reiterado que buscará recuperar las relaciones con Europa y los miembros de la OTAN. Sin embargo, reiteró que mantendrá una postura más dura con China y Rusia en caso de estar involucrados en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, así como seguir presionando para exigir la salida de Nicolás Maduro de la presidencia en Venezuela.
Una reforma judicial con el objetivo de tener más pluralidad
Biden ha prometido nombrar rápidamente una comisión bipartidista que tendría 180 días para estudiar el sistema judicial, que el demócrata ha dicho "se está saliendo de control", y proponer reformas. Ha dicho que "no es fanático" de aumentar el número de miembros de la Corte Suprema más allá de los nueve magistrados actuales.
Pero otros demócratas han expresado una clara preferencia por esa opción ahora que la tercera nominada de Trump a la corte, Amy Coney Barrett, ha sido confirmada, consolidando una mayoría conservadora de seis contra tres.
Biden, quien fue autor de numerosos proyectos de dureza contra el crimen cuando fue senador, también está llamando a reformar la justicia criminal. Sus planes incluyen crear un programa de subsidios que motive a los estados a reducir el encarcelamiento y el crimen, asegurando vivienda para ex convictos y estrategias para reducir la reincidencia.
El sistema de salud, la nueva prioridad tras la pandemia
La reforma al sistema de salud promulgada bajo la presidencia de Barack Obama cuenta con el apoyo de Biden y más aun, el ex vicepresidente desea ampliarla para que haya una opción de cobertura médica pública. Las familias de clase media tendrían acceso a una atención médica subsidiada.
Biden estima que es plan le costará unos 750 mil millones de dólares a lo largo de 10 años, ubicándose así entre Trump, quien quiere anular el Obamacare, y el ala más progresista del Partido Demócrata que quiere un sistema de salud totalmente público. Biden considera que su postura es un camino a la cobertura universal, y que podría contar con los votos en el Congreso para aprobarla.
La Corte Suprema, que ahora cuenta con una sólida mayoría conservadora de seis contra tres, estudiará pronto una demanda contra la reforma de Obama. En caso de ganar las elecciones, Biden tendrá que lidiar con esa decisión.
Con información de AP y AFP
dmr