El gobierno de España no contempla la asistencia del rey emérito Juan Carlos I, exiliado en los Emiratos Árabes, para estar presente en la delegación que representará al país en el funeral de la reina Isabel II.
A la pregunta de si el emérito acudiría al funeral, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, respondió que el rey Felipe VI es actualmente “el jefe del Estado” y que la representación española será una decisión que tomará el gobierno socialista de Pedro Sánchez y la Casa Real.
En cualquier caso, Albares pidió esperar a recibir la invitación por parte del gobierno británico y conocer los detalles de cómo será el funeral. A partir de ese momento se decidirá la representación española, e insistió en que el rey de España actualmente es Felipe VI.
Por separado, el periodista Carlos Herrera, amigo personal del emérito y al que incluso visitó en Abu Dabi, confirmó que Juan Carlos no acudirá a dicho funeral, pues entiende que es su hijo, Felipe VI, quien debe tener el protagonismo y representar a España en ese acto.
Jun Carlos I, que reinó 40 años, decidió marcharse a Abu Dabi acosado por sus actuaciones en el ámbito privado y por el escándalo de su fortuna en el extranjero, que terminaron por ponerle en el punto de mira de la Justicia española, que le abrió tres diligencias.
Una se centraba en la adjudicación del Tren de Alta Velocidad a la Meca y las comisiones que podría haber cobrado en ese proceso; otra, los casi 10 millones de euros que habría guardado en la Isla de Jersey (dependiente de la corona británica); y la tercera en el denominado caso de las tarjetas Royal Black, es decir, que habría utilizado una serie de tarjetas vinculadas a cuentas bancarias de terceros para sus gastos personales y los de varios miembros de la Familia Real.
Aunque finalmente la justicia decidió cerrar las tres causas judiciales, Juan Carlos I decidió quedarse en Abu Dabi.
Felipe VI envío ayer un telegrama de condolencias al nuevo monarca del Reino Unido, Carlos III, en el que subrayó el “sentido del deber, compromiso y toda una vida dedicada al servicio del pueblo” de Isabel II, y aseguró que “la vamos a echar mucho de menos”.
El rey de España tenía una excelente relación con Isabel II, a quien cariñosamente llamaba tía “tía Lilibet”, como hacen el resto de miembros de la familia real británica.
En 2019 fue condecorado por la reina Isabel como caballero de la Orden de la Jarretera, la máxima condecoración británica. La ceremonia se llevó a cabo en el Salón de Trono de Castillo de Windsor y contó con la presencia de la reina Isabel II y la reina Letizia.
A las casas reales británica y española les unen lazos de sangre. Los padres de Felipe VI, Juan Carlos y Sofía, son tataranietos de la reina Victoria de Inglaterra, como también lo es Isabel II y lo era su marido.
En el caso de Felipe de Edimburgo, sus lazos con Juan Carlos y Sofía eran aún más estrechos, sobre todo con esta última, de la que era tío segundo puesto que el rey Jorge I de Grecia era su abuelo y el bisabuelo de la reina emérita.
Por lo que se refiere a Juan Carlos I, su abuela, la reina Victoria Eugenia, era prima hermana de la madre del Duque de Edimburgo, Alicia de Battenberg.
Pese a ello, Isabel II sólo estuvo una vez en España, con motivo de la visita de Estado que protagonizó junto con su esposo, Felipe de Edimburgo, en octubre de 1988, invitados por los entonces reyes Juan Carlos y Sofía, aunque durante su reinado trató de fomentar la relación entre los dos países a través de los lazos personales que le unían a la familia real española.
DMZ