Estados Unidos repatrió a 11 de sus ciudadanos de campamentos en el noreste de Siria, que albergan a miles de familiares de presuntos miembros del grupo Estado Islámico, informó el martes el Departamento de Estado de Estados Unidos.
La repatriación ha sido la más grande realizada hasta la fecha por Washington desde esos campamentos, dijo en un comunicado el secretario de Estado de Estados Unidos Antony Blinken. Cinco de los 11 ciudadanos repatriados son niños, y un menor no ciudadano, el hermano de 9 años de uno de los otros niños, también fue trasladado con ellos.
Como parte de la misma operación, Estados Unidos facilitó la repatriación a Canadá, Holanda y Finlandia de otros 11 residentes del campamento, ocho de los cuales son niños, se indica en el comunicado.
Aunque el ritmo de la repatriación ha aumentado (el vecino Irak devolvió recientemente a cientos de sus ciudadanos) muchos países se muestran reacios a repatriar a sus ciudadanos de los campamentos de al Hol y al Roj, que actualmente albergan a cerca de 30 mil personas de más de 60 países, en su mayoría niños.
Los campamentos están dirigidos por autoridades locales afiliadas a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dirigidas por los kurdos y apoyadas por Estados Unidos. Las FDS y sus aliados, que incluyen a las fuerzas de coalición encabezadas por Estados Unidos, derrotaron al grupo Estado Islámico en Siria en 2019, dando fin a su autoproclamado “califato” islámico que gobernó una amplia franja del territorio entre Irak y Siria.
Grupos de derechos humanos han reportado periódicamente lo que describen como condiciones de vida infrahumanas y abusos en los campamentos y en los centros de detención que alojan a presuntos miembros del grupo Estado Islámico.
“La única solución perdurable a la crisis humanitaria y de seguridad” en las instalaciones “es que los países reparten, rehabiliten, reintegren y, cuando resulte adecuado, garanticen la rendición de cuentas por la comisión de delitos”, dijo Blinken en el comunicado.
SNGZ