El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, alzó ayer la voz en su lucha para que el Congreso restrinja el uso de armas en medio de un ambiente de indignación y dolor tras la matanza ocurrida el martes de 19 niños y dos adultos en una escuela de Texas.
Biden fue directo con su advertencia al calificar en Twitter como una “locura” que en 20 años las armerías hayan “comercializado agresivamente armas de asalto, lo que les genera algunas de las mayores ganancias”.
Y no se limitó en anunciar su intención de confrontarlas: “Por el amor de Dios, tengamos el coraje de hacerle frente a la industria” de las armas.
El reclamo de Biden se refiere a que el Congreso lleva dos décadas bloqueando la aprobación de una ley que limite la posesión de armas, protegida en la Segunda Enmienda de la Constitución.
Poco más tarde, Biden justificó su pretensión de tener mayor control sobre la adquisición de armas: “La idea de que un joven de 18 años pueda entrar en una tienda y comprar armamento de guerra diseñado y promocionado para matar es una equivocación”.
El mandatario se refería a Salvador Ramos, quien entre el 17 y 18 de mayo, para el día de su cumpleaños número 18, adquirió dos fusiles R-15 y 375 balas en un establecimiento legal y sin restricciones, que utilizó para disparar contra su abuela, en estado grave, y luego atacar la primaria Robb, de la ciudad de Uvalde.
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Joe Biden anunció que viajará, junto a su esposa Jill, a esa población, cercana a la frontera con Coahuila, para unirse en los actos de dolor a su comunidad, “dolida y traumatizada”, de mayoría hispana y raíces mexicanas.
“Todos debemos estar allí para ellos. Debemos preguntarnos cuándo, por el amor de Dios, haremos lo que se debe hacer para, si no detenerlo por completo, cambiar fundamentalmente la cantidad de carnicerías que ocurren en este país”, sentenció.
“Estoy harto y cansado de lo que está pasando y sigue pasando”, dijo en referencia a lo que calificó como “asesinatos masivos” que no suceden en otras partes del mundo.
En consonancia, el embajador de EU en México, Ken Salazar, pidió ayer los líderes políticos de su país que tengan el valor de prohibir las armas de asalto.
El asesinato de 21 niños y maestros inocentes en Uvalde, “es un atroz acto contra la humanidad. Hace unos 23 años, la masacre de estudiantes y maestros en la preparatoria de Columbine fue condenada por el mundo. Casi un cuarto de siglo después, los asesinatos descontrolados continúan debido a la disponibilidad de armas de asalto en Estados Unidos. Ruego por que los líderes tengan el valor” de prohibirlas, resaltó Salazar en redes sociales.
Para reforzar los argumentos de Biden, ayer la policía de Richardson, suburbio de Dallas, informó que detuvo a un estudiante que acudió armado a su escuela.
De acuerdo a las autoridades, al menor de edad se le encontró en la cajuela de su auto “lo que parecía ser una pistola estilo AK-47 y una réplica del rifle Orbeez estilo AR-15”.
No ceden cabilderos
También en Washington el debate sobre el control de armas se encendió en torno al poder que tiene la Asociación Nacional del Rifle (NRA).
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, aseguró que los republicanos complacen más al lobby sin consolar a “las familias que lloran a las víctimas” de armas de fuego.
Por eso, afirmó, es casi imposible sacar una ley de control de armas debido a la influencia de la NRA sobre muchos congresistas, la mayoría republicanos.
La NRA confirmó que no cancelará su convención anual en Houston prevista para iniciar este viernes, pese a la presión creciente y a que su reunión se realizará en Texas, estado donde se escenificó el tiroteo.
En un comunicado publicado en Twitter, expresó su “más profunda” compasión hacia las familias y las víctimas del “crimen horrible y malvado” perpetrado por Ramos en Uvalde, que fue muerto por la policía.
La agrupación calificó la acción de Ramos como un “acto de un criminal solitario perturbado”. En conferencia de prensa, el gobernador de Texas, Greg Abbott, avaló ese argumento, aunque reconoció que no tenía problemas mentales conocidos, y defendió el derecho a portar armas.
Se espera que en el foro de la NRA participen republicanos de la talla del propio Abbott, el senador texano Ted Cruz y el ex presidente Donald Trump.
El alcalde demócrata de Houston, Sylvester Turner, informó que pese a la exigencia de algunos grupos de cancelar la convención, no puede hacerlo debido a cuestiones legales.