Henri se debilitó levemente de huracán a tormenta tropical esta mañana, pero los especialistas aún calculan ráfagas de viento de hasta 100 kilómetros por hora en algunas áreas, mientras que se prevé un azote en un largo tramo de la costa noreste de Estados Unidos, donde el presidente Joe Biden declaró estado de emergencia para Nueva York y Connecticut.
Las posibilidades de que se derriben árboles, casas, además de cortes en el suministro de energía han incrementado en Estados Unidos ante el paso del frente climático, cuyo centro se calcula que pasará justo por el extremo oriental de Long Island para el mediodía.
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Biden declaró hoy el estado de emergencia para Nueva York y Connecticut y ordenó la asistencia federal que solicitaron para enfrentar la emergencia como resultado del paso Henri por la costa noreste del país.
La acción del mandatario se suma a las alertas emitidas por los expertos desde Connecticut a Rhode Island y Massachusetts. También se vieron afectados dos lujosas localidades de veraniego en el estado de Nueva York: Hamptons y Fire Island.
El presidente autoriza al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) a coordinar todos los esfuerzos de ayuda en casos de desastre para "aliviar las dificultades y el sufrimiento causado por la emergencia" en las zonas más impactadas, indica el comunicado de la Casa Blanca.
Los gobernadores de Nueva York, Andrew Cuomo, y de Connecticut, Ned Lamont, declararon ayer estado de emergencia por la amenaza del huracán Henri, el primer paso para que la Casa Blanca ordenara la ayuda federal.
FEMA identificará, movilizará y proporcionará el equipo y los recursos necesarios para aliviar los impactos de la emergencia, mientras que varios residentes se han preparado ante los posibles efectos del frente climático.
Esta mañana la tormenta tenía vientos máximos sostenidos de 80 kilómetros por hora, informó el Centro Nacional de Huracanes. Las ráfagas más fuertes eran de 101 kilómetros por hora frente a la costa de Rhode Island.
Los expertos advirtieron que la mayor amenaza de la tormenta probablemente no provenga del viento sino de la marejada ciclónica y las inundaciones tierra adentro, causadas por lluvias fuertes y sostenidas.
Residentes se preparan para el paso de la tormenta tropical
Las primeras lluvias comenzaron a caer anoche y se vaticina que acumularán 15 centímetros de agua. Había enormes charcos en las vías de la ciudad de Nueva York, y en las ciudades de Newark y Hoboken en Nueva Jersey.
Los residentes de las zonas amenazadas se apresuraron el sábado en comprar alimentos y gasolina. En algunas casas frente a la costa, la gente tapió las ventanas con tablones y en otros casos evacuó la zona.
Las personas que estaban en Fire Island, en el extremo sur de Long Island, recibieron la orden de evacuar. Los últimos barcos zarparon de allí antes de las 11:00 horas de ayer y los rescatistas advirtieron que quien se quede podría quedar aislado.
Debido a las posibilidades de que hubiera mal tiempo el sábado en la noche fue cancelado un concierto de superestrellas en el Central Park de Manhattan.
El espectáculo incluiría a Bruce Springsteen, Paul Simon y Jennifer Hudson para celebrar la recuperación de la ciudad de Nueva York frente al coronavirus.
Sin embargo, funcionarios solicitaron a los aficionados que se retiraran del parque durante la actuación de Barry Manilow ante la amenaza de relámpagos. El alcalde Bill de Blasio dijo que el concierto tenía que ser cancelado y solicitó al público que se fuera a su casa.
El gobernador Andrew Cuomo solicitó a los residentes de Nueva York que hagan preparativos de último minuto, y advirtió que los aguaceros, ventarrones y marejadas ciclónicas a causa de Henri podrían ser tan devastadores como los de la tormenta Sandy ocurrida en 2012.
OMZI