El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió el jueves contrarrestar el "autoritarismo" tanto de China como de Rusia, insistiendo en su deseo de romper con la postura de Donald Trump hacia Moscú.
Estados Unidos debe "estar ahí frente al avance del autoritarismo, en particular las crecientes ambiciones de China y el deseo de Rusia de debilitar nuestra democracia", afirmó.
"Le dejé claro al presidente (Vladimir) Putin, de una manera muy diferente a mi antecesor, que la época en que Estados Unidos se sometió a los actos agresivos de Rusia (...) se acabó", agregó.
El discurso de Biden volvió a colocar a Rusia en el primer plano de la agenda diplomática de Estados Unidos después de cuatro años durante los cuales Trump hizo a un lado en gran medida el empeoramiento de la relación con Moscú y se negó sistemáticamente a criticar a Putin.
Biden dijo que en su primera llamada telefónica con el líder ruso desde que asumió el cargo el 20 de enero, "dejó en claro" a Putin que la relación estaba cambiando.
"No dudaremos en aumentar el costo a Rusia y defender nuestro interés vital y a nuestro pueblo", dijo, destacando un ataque cibernético masivo y una interferencia electoral atribuida a Moscú.
"Los días en que Estados Unidos se sometía... se acabaron", agregó.
Biden también dedicó parte de su discurso a lanzar críticas inusualmente directas sobre el trato de las autoridades al crítico del Kremlin Alexéi Navalni.
Biden pide a militares dejar el poder en Birmania; analizan sanciones
Por separado, Joe Biden instó el jueves a los generales birmanos, que derrocaron el gobierno civil de Aung San Suu Kyi, a "renunciar al poder" sin condiciones, mientras los llamados a resistir al golpe de Estado se propagaban por el país.
"Los militares birmanos deben renunciar al poder que han tomado, liberar a los activistas y funcionarios que detuvieron, levantar las restricciones a las telecomunicaciones y abstenerse de la violencia", declaró Biden.
Unas horas antes, la Casa Blanca había anunciado que se planteaba imponer "sanciones específicas" contra los militares golpistas.
Estos últimos ordenaron el jueves el bloqueo del acceso a Facebook, un instrumento esencial de comunicación en Birmania, tres días después de su golpe de Estado.
El ejército puso fin a la frágil transición democrática del país el lunes, imponiendo el estado de emergencia por un año y deteniendo a Aung San Suu Kyi y a otros dirigentes de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND).
La líder de 75 años, que se cree que se encuentra bajo arresto domiciliario en la capital, Naipyidó, según su movimiento, ha sido acusada de haber violado una norma comercial.
Este jueves, cientos de partidarios del ejército se reunieron en la capital. "No queremos más traidores nacionales vendidos a países extranjeros" y "Tatmadaw [las fuerzas armadas] ama a la gente", podía leerse en las pancartas.
JLMR