Biden reza y deja ofrenda para las víctimas de la masacre escolar en Uvalde, Texas

Vestidos de riguroso luto y tomados de la mano caminaron lentamente por el corredor formado por flores, peluches, cruces blancas y fotos.

Los Biden acuden a un memorial en honor a las víctimas de la masacre en Uvalde. (AP)
AFP
Uvalde, Texas /

Un angustiado Joe Biden depositó flores y rezó este domingo en el memorial improvisado en Uvalde para honrar a los 19 niños y dos maestras asesinados en una escuela primaria de esta localidad de Texas por un joven armado.

Acompañado de su esposa Jill, el presidente estadunidense se dirigió primero al santuario levantado frente a la escuela. Vestidos de riguroso luto y tomados de la mano caminaron lentamente por el corredor formado por flores, peluches, cruces blancas y fotos dejados en honor de los 21 muertos.

Los Biden pasearon durante varios minutos ante el memorial, mantuvieron una conversación con la directora de la escuela, Mandy Gutiérrez, y con el superintendente del distrito escolar, Hal Harrell, y luego asistieron a una misa en honor a los fallecidos.

Biden, quien sufrió la pérdida de su hijo Beau por cáncer y a su primera esposa y pequeña hija en un accidente, asistió luego a una misa católica en la iglesia del Sagrado Corazón. La primera dama se acercó para tocar las manos de varios fieles. Nuestros corazones están rotos", dijo el arzobispo Gustavo García-Siller en su servicio, a la que asistieron 600 personas y poco tiempo antes de que se celebrase en inglés la misa a la que asistió Biden, se había celebrado otra en español.

Los Biden acuden a un memorial en honor a las víctimas de la masacre en Uvalde. (AP)

"¡Hagan algo!", exigen a Biden

"¡Hagan algo!" gritaron desde la multitud en la calle cuando Biden salió de la iglesia del Sagrado Corazón, donde asistió a misa con familiares de luto. "Lo haremos. Lo haremos", respondió Biden, antes de dirigirse a reuniones privadas con familiares de los muertos, sobrevivientes y equipos de socorro.

La visita a Uvalde se produce menos de dos semanas después de un viaje similar a Buffalo, en el estado de Nueva York, donde un tiroteo de corte racista dejó 10 integrantes de la comunidad negra muertos a manos de un tirador blanco.

El mandatario, que no tenía previsto hacer un discurso el domingo, instó el sábado a actuar para prevenir futuras masacres en un país donde los esfuerzos para endurecer las regulaciones de armas de fuego han fracasado repetidamente.

Llamó "a todos los estadunidenses en este momento para que se unan y hagan oír sus voces y trabajen juntos para hacer de esta nación lo que puede y debe ser", un lugar "más seguro".

Es la misma iglesia en cuyo aparcamiento anoche se celebró una vigilia a la que acudieron decenas de personas que cantaron y leyeron una a una las historias de cómo eran los niños fallecidos.

Rubén Cárdenas, que trabajaba con Joe García quien murió de un ataque al corazón tras perder a su esposa Irma, una de las maestras asesinadas en la masacre valoró positivamente en declaraciones la presencia del presidente mientras hacía fila para entrar en la misa este domingo.

"Diga lo que diga, saldrá de su corazón. Está aquí para dar su consuelo a las familias, para decirles que no se les olvidará. El mundo entero está paralizado por lo que ha ocurrido a estos niños pequeños", aseguró.
Los Biden no pronunciaron un discurso, y en cambio, sólo se reunieron con familiares y parte de la comunidad. (AP)

Un optimismo cauteloso

Como sucede siempre tras estas tragedias ya comunes en Estados Unidos, el debate sobre el control de las armas de fuego está nuevamente en el tapete. Destacados legisladores expresaron este domingo un optimismo cauteloso para dar algunos pasos en ese sentido.

"Hay más republicanos interesados en hablar sobre encontrar un camino a seguir esta vez que lo que hemos visto desde Sandy Hook", dijo el senador demócrata Chris Murphy a la cadena ABC, al evocar el tiroteo en la escuela primaria de ese nombre en 2012 en Newtown, Connecticut, que dejó 26 muertos.

El senador también demócrata Dick Durbin mostró confianza en que "habrá algunos" legisladores opositores que se manifiesten a favor de impulsar nuevas normas, mientras que Adam Kinzinger, republicano moderado de la Cámara de Representantes, que "ahora estoy abierto a una prohibición" de las armas de fuego o mayores requisitos para su compra y uso. 

La vicepresidenta Kamala Harris había exhortado el sábado al Congreso a "tener coraje" para enfrentar al lobby de las armas, en alusión a la poderosa e influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA), y cambiar la legislación vigente.

Biden ha pedido nuevamente un mayor control de las armas en Estados Unidos, para evitar más masacres. (AP)

La policía de Uvalde, bajo la lupa

El Departamento de Justicia anunció una investigación sobre la criticada respuesta policial al incidente, tras un pedido del alcalde de Uvalde, Don McLaughlin.

"El objetivo de la revisión es proporcionar un informe independiente de las acciones y respuestas de las fuerzas de seguridad ese día, e identificar las lecciones aprendidas y las mejores prácticas para ayudar a los primeros a responder", dijo el vocero del Departamento, Anthony Coley, en un comunicado. 

La Policía admitió haber tomado una "decisión errónea" al demorar su ingreso al centro educativo tras ser alertada del tiroteo. En efecto, tardó cerca de una hora en poner fin a la masacre, a pesar de varias llamadas de niños que pedían una intervención. Los 19 agentes que se encontraban en el lugar esperaban la llegada de una unidad especializada.

Finalmente, el atacante, Salvador Ramos, un joven de 18 años dotado de un rifle semiautomático, fue ultimado por agentes policiales. Ramos ingresó a un aula, cerró la puerta y se dirigió a los niños: "Van a morir todos", antes de abrir fuego, relató un sobreviviente, Samuel Salinas, de 10 años, a la cadena ABC. Los sobrevivientes del ataque dijeron haber realizado llamadas susurradas al 911 suplicando por ayuda.

Estados Unidos ha enfrentado un aumento en la violencia con las armas de fuego. (AP)

Crudos testimonios

La difusión de testimonios de niños que sobrevivieron a la matanza estremecieron al país. Samuel Salinas dijo que se tiró al piso para simular su muerte. Lo mismo hizo Miah Cerrillo, de 11 años, para escapar de la atención de Ramos luego de ver que mató a su maestra tras decirle "buenas noches".

Desde el miércoles, vecinos de Uvalde y de otras localidades acuden a todas horas al memorial improvisado en honor a las víctimas.  Los asistentes, en silencio, forman un círculo en torno al memorial, se dan las manos y rezan.  

También dejan flores y peluches que se unen a los numerosos mensajes de cariño escritos en las cruces, palabras como "Te quiero" o "Te extrañaré". 

"Tenemos que ayudar a estos niños a salir de este trauma, de este dolor", dijo por su lado Humberto Renovato, de 33 años, quien nació y creció en Uvalde.

dr

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