Deyanira Palacios ha pasado los últimos 24 años en Estados Unidos y pese a extrañar a su familia en México no piensa en volver; solo iría si ICE la deporta.
En Cleveland, Texas, una de las ciudades “más racistas, he echado raíces”. Allí nacieron tres de sus hijas, de 14 años ahora la menor, compró una casa, dos autos y emprendió su propio negocio de reciclaje.
Pero Deyanira, originaria de Acuña, Coahuila, sabe que todo lo que ha construido en Texas se puede derrumbar en un segundo. “Las redadas aquí se han incrementado desde que llegó Trump, y mi esposo y yo tenemos un plan por si algo nos llega a pasar”.
“Mis hijas mayores tienen el conocimiento de dónde está el sobre amarillo, un sobre que está en mi clóset, y dónde tengo todo lo necesario por si un día nos ocurre algo a mi esposo o a mí, que somos los que no tenemos permiso migratorio.
“Y en esta libreta, junto al sobre, están todos los números de cuenta de luz, de agua, de propiedad de la traila donde vivimos, del banco, todo anotado hasta el más mínimo detalle”, cuenta desde el jardín de su casa en Bellavista, una comunidad donde 98 por ciento de los residentes son hispanos.
Además, Deyanira sabe que si ICE toca a su puerta, tiene derecho a no abrir. “Se tienen que identificar y en caso de que tengan una orden de aprehensión, me la tienen que pasar por debajo de puerta. Esa orden debe estar firmada por un juez y debe tener el nombre mío o de mi esposo”.
Si es detenida fuera de su domicilio, puede activar el botón de pánico de NOTIFICA, una aplicación para teléfonos móviles que ha desarrollado la organización United We Dream para que las familias que están en riesgo reciban atención inmediata de abogados.
La aplicación manda alertas inmediatas a los miembros de la familia registrados para que tengan conocimiento de que su familiar está siendo detenido y el sitio donde ocurre en tiempo real.
Damaris González, de United We Dream, explica que la aplicación también tiene el propósito de sistematizar y conocer las acciones que emprende ICE en los siguientes días contra migrantes.
Solo en los primeras horas posteriores al lanzamiento de la aplicación —una semana después del inicio de los operativos para la detención de inmigrantes en 10 ciudades—, Damaris recibió cinco alertas de pánico en la ciudad de Houston.
Notifica permite a los usuarios resguardar información importante dentro de la aplicación, a la que solo tienen acceso los familiares autorizados a través de su teléfono.
“Nos ayuda a saber si la persona tiene algún tratamiento de salud, si tiene que tomar medicamentos, si tienen hijos pequeños, que vayan a la escuela; nos dice quién está a cargo de pagar las cuentas, información valiosa dentro de la familia y para el abogado de los defiende”, explica.
Los datos y los contactos referidos en la aplicación se borran cuando la persona es detenida, de tal forma que personal de ICE no puede acceder a ellos aunque ejerza presión.
La aplicación contiene información sobre los derechos personales y laborales de los migrantes. Está en diversos idiomas y ha logrado la intervención de abogados de manera inmediata, incluso antes del arresto. A diferencia de otras ciudades, en Texas lo migrantes no tienen acceso a licencias de conducir, lo que los hace un objetivo fácil de detención.
Deyanira, quien ha obtenido una licencia de conducir gracias a un permiso de trabajo, cuenta que incluso manejar en la ciudad es una tarea arriesgada. “Aquí tienes que andarte derechito, antes de subir al auto reviso que todo esté en orden, que tenga los stickers, que todo esté al corriente, no puedes traer una luz quebrada, tienen que funcionar bien los vidrios, el freno, la reversa, todo, porque cualquier detalle es un riesgo de detención”.
También le ha pedido a su familia que su hija Karen, la más pequeña, sea enviada a México en caso de que la deporten, “aunque sea americana, porque está pequeña y me necesita”. Sobre si trataría de volver a cruzar, reflexiona: “No, a la mala, no”.