"Di mi vida por limpiar la Zona Cero": los migrantes que levantaron escombros del 9/11

No lo sabían entonces, pero la exposición al asbesto y otros materiales tóxicos como el plomo les acarrearía cáncer y un sinfín de enfermedades respiratorias. Ellos son los migrantes limpiadores olvidados del 9/11.

Mujeres y hombres migrantes respiraron el polvo tóxico que dejó el derrumbe de las Torres Gemelas, ocasionándoles daños irreversibles. (AFP)
AFP
Ciudad de México /

Durante seis meses, 12 horas por día, Lucelly Gil respiró polvo tóxico que le dejó secuelas irreversibles de por vida. Sólo cuatro días después del derrumbe de las Torres Gemelas, la mujer colombiana se adentró en el inmenso nubarrón que dejaron los escombros y comenzó a limpiar.

Durante ocho meses tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, decenas de miles de personas, muchos de ellos migrantes indocumentados como Gil, limpiaron la Zona Cero donde se erguía el World Trade Center.

No lo sabían entonces, pero la exposición al asbesto y a otros materiales tóxicos como el plomo les acarrearía cáncer, asbestosis y un sinfín de enfermedades respiratorias, además de estrés postraumático, ansiedad y depresión.

Hoy, la colombiana de 65 años vive con las secuelas que le dejó ese trabajo: es sobreviviente de cáncer de mama (uno de los más frecuentes en las mujeres que estuvieron en el sitio de los atentados), tiene un brazo inutilizado que le provoca tanto dolor que la hace llorar a diario y sufre de depresión.

Miles de personas arriesgaron sus vidas para limpiar la Zona Cero tras los atentados a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. (Archivo)

"No me gusta recordar el 9/11"

Los trabajos para limpiar la Zona Cero duraron meses. Tuvieron que vaciar y demoler otros edificios dañados, y luego retirar 1.8 millones de toneladas de escombros.  ¿El pago? Apenas uno 7.5 a 10 dólares la hora, un salario apenas superior al mínimo de la época. 

Lucelly Gil se presentó a su primer día de trabajo la mañana del 15 de septiembre de 2001. Limpiaba durante horas y a veces encontraba restos de cuerpos humanos.

"Me iba para casa y pensaba que estaba todavía limpiando. Casi me enloquezco", recuerda.

Gil es parte del grupo de apoyo a limpiadores latinos del 9/11 llamado "Fronteras de Esperanza", que todavía se reúne ocasionalmente en el distrito de Queens. 

"No me gusta recordar los aniversarios de la Zona Cero. Siento que estoy retrocediendo", dijo en una reciente sesión del grupo.

Ella todavía sueña con convertirse en residente legal de Estados Unidos como recompensa por ese empleo que la dejó inhabilitada para trabajar de por vida. Un exrepresentante demócrata de Nueva York llegó incluso a presentar un proyecto de ley en este sentido en 2017, pero nunca fue debatido en el Congreso.

El grupo de apoyo "Fronteras de Esperanza" reúne a migrantes que ayudaron a limpiar los escombros de las Torres Gemelas. (AFP)

Limpiadores latinos del 9/11, deportados y en el olvido

Para Rubiela Arias, otra limpiadora colombiana de la Zona Cero, es una injustica que la gente que limpió no tenga papeles. "Perdieron lo más preciado, que es su salud. Ahí no hay plata de valga. La salud no tiene precio", dice. 

Arias, de 57 años, vive en una modesta habitación que alquila en Queens con ayuda de su hijo. Desde hace años lucha por la legalización de los hispanos que limpiaron el "cementerio gigante" que dejaron los atentados del 11 de septiembre

A partir de entonces padece varias enfermedades respiratorias y estomacales, además de estrés postraumático y problemas de salud mental. 

Más de 2 mil limpiadores, rescatistas y policías murieron debido a enfermedades vinculadas al 11/9, según el fondo federal de indemnización a las víctimas.

Rubiela Arias, una de las limpiadoras de la Zona Cero. La exposición al polvo tóxico le ocasionó graves daños a su salud. (AFP)

En los últimos años, muchos limpiadores indocumentados, algunos enfermos, "fueron deportados", asegura la trabajadora social Rosa Bramble, que desde 2010 lidera el grupo "Fronteras de Esperanza" de forma voluntaria en su consultorio de Queens.

Otros regresaron a morir a sus países, porque estaban enfermos y no podían trabajar para mantenerse. "Aquí no podían pagar un alquiler", dice esta profesora de la Universidad de Columbia, de origen venezolano.

"Di mi vida por la limpieza de la Zona Cero. No es justo que me paguen así"

La mayoría de los limpiadores del 9/11 goza de una completa cobertura médica a través del programa de salud federal del World Trade Center, pero muchos no han recibido indemnizaciones.

Es el caso de Franklin, un limpiador peruano indocumentado de 50 años con varios males respiratorios que decidió regresar de Nueva York a Lima en 2019 para despedirse de su madre enferma, a quien no veía hace dos décadas.

Cuando intentó volver a Estados Unidos para seguir el tratamiento médico que le garantiza el programa de salud del WTC, en el cual fue aceptado, y reclamar una compensación financiera, la embajada estadounidense en Lima le negó la visa.

La Zona Cero abarca 65 kilómetros cuadrados en el Bajo Manhattan, Nueva York. (Archivo)

En junio intentó dos veces cruzar ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos con la ayuda de coyotes, pero fue deportado a México.

"Yo prácticamente di mi vida por la limpieza de la Zona Cero y no creo que sea justo que me estén pagando de esta manera. Ya ni sé qué esperar de la vida", dijo por teléfono desde una casa en Ciudad Juárez donde los coyotes lo mantuvieron hasta que llegó el momento del tercer intento, finalmente exitoso.

Algunos trabajadores que demandaron a la ciudad de Nueva York y a las compañías que los empleaban consiguieron ser indemnizados. Además, el Congreso aprobó en 2011 el pago de indemnizaciones federales, con un máximo de 250 mil dólares para un cáncer vinculado al 9/11.

Lucelly Gil recibió 40 mil dólares en 2018, pero sin poder trabajar, el dinero se le acabó cuando pagó deudas y el alquiler atrasado. "A los latinos nos discriminaron en relación a los otros trabajadores del 9/11", asegura.

Rubiela Arias muestra sus medicamentos para tratar las enfermedades que contrajo tras el 9/11. (AFP)
"Estamos en el olvido", coincide Rosa Duque, una limpiadora guatemalteca de 56 años que respira con dificultad y reclama la residencia permanente para todos los sin papeles que limpiaron la Zona Cero.

"Cuando uno se ofreció para ir a trabajar no preguntaron '¿Tú eres ciudadano?' '¿Tú eres residente?'", concluye.

evr

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