Con 5 mil revitalizados delegados, 15 mil periodistas y otros 25 mil visitantes que descendieron a la “Ciudad de los vientos”, el Partido Demócrata inicia este lunes su Convención Nacional en Chicago para coronar a Kamala Harris como la primera mujer de color en ser candidata presidencial de uno de los dos grandes partidos de Estados Unidos.
El presidente Joe Biden, el ex presidente Barack Obama, así como Bill y Hillary Clinton serán los oradores estelares de un acto coordinado al estilo Hollywood por el galardonado director Steven Spielberg, y donde los demócratas esperan consolidar la ventaja en la intención de voto a favor de Harris y de su compañero Tim Walz, a solo 11 semanas de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Harris llegará a la cita partidista con un flamante plan económico bajo el brazo, en momentos que las encuestas coinciden en que los problemas financieros y la inflación, así como la migración, son los dos flancos más vulnerables de los demócratas de cara a los comicios.
“Un triunfo de Trump significa precios más altos en todas sus necesidades diarias: un impuesto a la gasolina, la comida, la ropa, las medicinas”, sentenció la aspirante durante un acto de campaña en Raleigh, Carolina del Norte, previo a la Convención.
Su plataforma económica incluye un plan de cuatro años para reducir el costo de la vivienda, una prohibición federal a las alzas de precios y un plan para recortar los impuestos a la clase media y a los estadunidenses de bajos ingresos que puede beneficiar a más de 100 millones de personas, entre otras propuestas
Pero el lustre de la coronación de Harris y Walz está en riesgo de ser empañado por una constelación de protestas planeadas por miles de activistas en las inmediaciones del United Center de Chicago, encabezadas por la Coalición de Justicia para Palestina, grupos antisraelíes y otras organizaciones que demandan justicia social.
Durante un reciente mitin de campaña en Detroit, Harris fue boicoteada por manifestantes estudiantiles que le reclamaron no hacer lo suficiente para exigir un cese al fuego en Gaza y demandar un embargo de armas estadunidenses para el gobierno de Benjamin Netanyahu.
Aunque la vicepresidenta logró neutralizar habilidosamente los gritos de los manifestantes, el incidente sugiere que la frustración de votantes jóvenes por la situación en Medio Oriente puede afectar los bonos electorales del dueto demócrata, en especial en Michigan, un estado con un importante sector de votantes de religión musulmana.
Los medios informativos conservadores enfocaron la cobertura previa al evento sobre la situación de miles de indocumentados que viven en las calles de Chicago. Donald Trump y JD Vance, los candidatos republicanos, mantienen una ofensiva de espots en los que acusan a Biden y Harris de una “invasión” de migrantes sin papeles en la frontera y de una supuesta oleada de criminalidad de las ciudades del interior del país.
La jornada inaugural de la convención inicia con un homenaje a Joe Biden, de 81 años, que el mes pasado se vio forzado a abandonar sus aspiraciones presidenciales en medio de una intensa presión por la plana mayor demócrata tras su catastrófico desempeño en el primer debate contra Trump.
Antes tomará el escenario Hillary Clinton, quien fue derrotada por Trump en las elecciones presidenciales de 2016, a pesar de que la ex primera dama y senadora demócrata obtuvo más de 3 millones de votos populares más que el magnate.
La agenda tentativa de la convención incluye un discurso del ex mandatario Barack Obama el martes por la noche y otro del ex presidente Bill Clinton el miércoles, en preparación del camino para el mensaje en la noche de ese día del aspirante vicepresidencial demócrata y gobernador de Minnesota, Tim Walz.
Finalmente, el último día de la convención, el jueves, será la noche de Kamala Harris. Como primera negra (su padre jamaiquino y primera vicepresidenta con orígenes ancestrales en el sur de Asia (su madre de India), la candidatura la vicepresidenta marcará un contraste con los republicanos en diversidad e inclusión, en momentos que tanto los aspirantes demócratas en todo el país, así como sus militantes, reflejan más fielmente el mosaico multicultural de Estados Unidos.
En Pensilvania
Por lo pronto, este domingo Harris y Walz dieron palabras de aliento a voluntarios de su campaña, al recorrer una región de Pensilvania en un autobús azul.
Hicieron una escala para visitar una oficina no muy lejos de Pittsburgh, antes de continuar a una estación de bomberos y una secundaria en otro poblado.
Durante sus escalas, Harris y su compañero de fórmula evitaron referirse a sus políticas, y en lugar de ello se apegaron a mensajes en líneas generales enfocados en el carácter, la perseverancia y el futuro de Estados Unidos.
En declaraciones ante un grupo de simpatizantes frente a la oficina de su campaña en el distrito de Rochester, Harris habló de fortaleza y liderazgo.
Pareció hacer una referencia velada a Donald Trump, quien es conocido por su estilo pugilístico y proyección de una imagen de caudillo, cuando dijo que la “medida real y verdadera de la fortaleza de un líder se basa en a quién ayudas a ponerse de pie”, más que en a quién derribas.
“Cualquiera que esté enfocado en hundir a otras personas es un cobarde. Así es como se ve la fuerza”, gritó generando vítores y aplausos.