Las clases presenciales en Buenos Aires, Argentina, serán a través de un sistema de burbuja, donde alumnos deben organizarse en grupos de 10 y cumpliendo con las medidas sanitarias ante la pandemia del coronavirus, anunciaron las autoridades del gobierno de la ciudad del país sudamericano.
Esta medida será progresiva, aplicándose primeramente en las escuelas privadas y posteriormente, el sector particular, lo hará a través de un trámite que se promete "muy simple", donde deberán contar con la certificación de las autoridades ante los protocolos de higiene y seguridad.
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"La escuela de la ciudad va a abrir sus puertas después de 213 días, esta semana. Vamos a empezar con los chicos y chicas del último nivel de cada uno de los ciclos, con los de quinto año de las escuelas medias, con los de sexto año de las escuelas técnicas y con los séptimos grados de las escuelas primarias de gestión estatal”, dijo la ministra de Educación de la capital, Soledad Acuña.
Los estudiantes estarán dentro de una "burbuja", en la que habrá grupos de diez personas, como máximo, más un docente, y se dejará un espacio de media hora para que se puedan desinfectar e higienizar las instalaciones.
"El grupo de chicos y chicas no se va a cruzar con otro grupo, no se va a mezclar, y eso nos va permitir que, en caso de detectarse algún chico o algún docente que tenga síntomas o tenga covid-19 positivo, se aísla a ese grupo y no se tiene que aislar toda la escuela", precisó Acuña.
Para evitar aglomeraciones serán los propios docentes los que se comuniquen con cada alumno y cada familia para indicarle en que horario debe acudir a la escuela.
La titular de Educación afirmó que esto no es "la vuelta a las clases" como se conocían antes de la pandemia, y lo calificó de "primer paso" para "poder presentarle a todos los chicos y chicas de todos los niveles alguna instancia de presencialidad antes de fin de año", siempre y cuando se cumplan las condiciones epidemiológicas.
El jueves el Consejo Federal de Educación aprobó un sistema para el regreso de las clases en el que "el riesgo lo medirá cada jurisdicción", según afirmó el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta.