Miles de personas asistieron a un servicio masivo en la capital de Etiopía para honrar con flores blancas a las 157 personas que fallecieron hace una semana en el accidente del avión de Ethiopian Airlines, que se estrelló minutos después despegar, por razones aún desconocidas.
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Familiares, amigos y ciudadanos recorrieron en procesión varias calles de la ciudad hasta el Aeropuerto Internacional Bole, donde fueron colocados en fila decenas de ataúdes vacíos para recordar a los dos pilotos, seis tripulantes y 149 pasajeros que perdieron la vida en el accidente aéreo.
El vuelo ET 302 de la línea Ethiopian Airlines se estrelló el pasado 10 de marzo cerca de Addis Abeba, en ruta hacia Nairobi, Kenia, minutos después de despegar del Aeropuerto de Bole y de que el piloto pidió permiso para regresar, por un problema, que nunca especificó.
Innumerables ramos de flores blancas, el color tradicional de luto en Etiopía, fueron colocadas alrededor de los ataúdes, mientras que algunos familiares de las víctimas se desmayaron y cayeron al suelo, por el dolor de no tener un cuerpo para sepultarlo.
"Su esposo ahora se quedó con un bebé, tiene que cambiar su vida y criar a su bebé. Su padre y su madre, incluidas sus hermanas, están devastadas por este dolor”, dijo Getachew Negatu, amigo de una de las azafatas a bordo del vuelo ET 302 de Ethiopian Airlines
En espera de la identificación de las víctimas, funcionarios etíopes comenzaron a entregar sacos con un kilogramo de tierra, tomada del lugar del accidente, a las familias de los fallecidos, según un reporte de la televisión árabe Al Yazira.
"Llegó la tierra porque fue imposible identificar los cuerpos y entregar los restos a los miembros de la familia. No descansaremos hasta que nos den el cuerpo real o partes del cuerpo de nuestros seres queridos", dijo uno de los afligidos familiares.
A las familias se les ofreció tierra calcinada desde el lugar del accidente para enterrarlas, porque la mayoría de los cuerpos fueron destruidos por el impacto y el fuego. La identificación de los pequeños restos que se han recogido puede llevar hasta seis meses.
jos