Admitir. En el Gobierno, reconocer a posteriori hechos consumados se ha convertido en una acción habitual. Ayer, le tocó el turno a Salvador Illa, ministro de Sanidad. En su comparecencia para anunciar la urgente (y anhelada durante días) compra de material de protección para los profesionales sanitarios, deslizó que a finales de febrero hubo un contagio "importante" del coronavirus en algunos territorios de España, en concreto, en la Comunidad de Madrid. A partir de ahí, defendió Illa, el Gobierno ha ido dando respuestas "de forma rápida" conforme tenía información.
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Pero la clave está en los últimos días de febrero y principios de marzo. Porque, aunque es cierto que ya se anunció que esta semana iba a ser especialmente dura, los casos que hoy se diagnostican, los pacientes que se acumulan en las UCI y las muertes tendrían su origen, como destaca el Gobierno, en casos incubados hace casi un mes. "Lo que detectamos la tardenoche del 8 de marzo se produjo ocho o 10 días antes y estimamos que hacia la última semana de febrero es cuando se produjo el contagio importante en algunas partes del territorio español", comentó Illa, que con sus palabras lanzaba también una coartada. Al situar ese análisis, ese descubrimiento, en la "tardenoche del 8 de marzo", se justificaba frente a quienes señalan responsabilidades en el Ejecutivo por no haber impedido actos multitudinarios aquel fin de semana, como las marchas por el Día de la Mujer, los acontecimientos deportivos o el propio congreso de Vox en Vistalegre. Pese a la dinámica de los contagios, a la advertencia de algunos informes europeos y a la vista de medidas que ya se tomaban en países vecinos.
Con los datos en la mano, ese momento constituyó un punto de inflexión que ayer se traducía en una nueva jornada de números dramáticos en España: 47 mil 610 contagios confirmados y 3 mil 434 fallecidos (superando ya a China).
En este apartado, se encadenan ya tres jornadas con récord de cifra de muertos, hasta sumar ayer, en sólo 24 horas, 738. Madrid se mantiene como el foco de riesgo principal. Acumula más casos, 14 mil 597, y contabiliza más muertes, 1,825. Sin embargo, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, insistió ayer en que "si no estamos ya en el pico de la curva, estamos muy cerca", y alertó de que una vez se llegue a este punto se mantendrá durante días todavía el exceso de presión asistencial en los hospitales. Aunque, al tiempo, advirtió de que las cifras pueden seguir "creciendo en los próximos días" dado que hay un retraso entre la aparición de síntomas y el diagnóstico de la enfermedad. Porque otros datos del día también marcan tendencias negativas: en las UCI había 3mil166 pacientes graves, 530 más que el martes. La buena noticia está en el incremento de curados, 1,573 personas más respecto al martes, para un total de altas de 5 mil 367.
Datos trágicos partiendo del cambio de tendencia a finales de febrero, que convirtió en realidad el peor de los escenarios que manejaba el Gobierno: la explosión de casos, que hizo que se perdiera el control de la transmisión y se volviera comunitaria en dos focos concretos (Madrid y País Vasco), como se reconoció el 9 de marzo. Y ante la ausencia entonces de medidas de contención drásticas en todo el territorio nacional. De ahí parte también otra derivada de riesgo: la Sanidad ha tenido que prescindir de más de 5 mil 400 sanitarios contagiados, ya fuera por ausencia de material o por contactos en el medio comunitario. Sobre las quejas de los facultativos, Simón argumentó: "Ha habido hospitales en los que ha existido un acceso límite y eso genera malestar. Los profesionales tienen que hacer las exigencias que tienen que hacer, pero también deben saber que las personas que trabajan en buscar el material, están también dejándose la piel en ello". Y en este contexto, con el Gobierno señalado por su imprevisibilidad, el responsable de Sanidad anunció que España ha cerrado un contrato con China de 432 millones de para el suministro de 5,5 millones de test rápidos de detección de coronavirus, que se suministrarán entre marzo y abril; 550 millones de mascarillas que se entregarán semanalmente a lo largo de dos meses empezando por esta misma semana y que contienen tanto mascarillas quirúrgicas como de protección respiratoria. El contrato incluye también 950 respiradores que se recibirán entre abril y junio y 11 millones de guantes que se irán entregando a lo largo de cuatro semanas. Sobre la distribución, Illa apuntó un destino prioritario: "Es el momento de la solidaridad con la Comunidad de Madrid". Desde ayer, España registra las peores cifras de la epidemia, sólo mejor que Italia (74 mil 386 casos; 7 mil 503 muertes). Nuestro país supera a China en fallecidos, con 3 mil 287, según el último recuento de Sanidad.