Las adolescentes que catapultaron a los Verdes en las urnas

La aldea

A sus 16 años, la sueca Greta Thunberg ha puesto rostro a un movimiento que se ha vuelto mundial, con centenares de miles de jóvenes.

Greta Thunberg, de 16 años, es un referente del ecologismo. (AFP)
Gaël Branchereau
Estocolmo /

Representan el rostro joven de la alerta climática, en nombre de la cual los ecologistas (Verdes) han logrado un gran avance en las elecciones europeas: Greta, Luisa y otros como ellas encarnan a una generación en ascenso, que ubica al futuro del planeta en el centro del debate político.

Sin estos jóvenes, que en muchos casos no tienen la edad para sufragar, los partidos Verdes de la Unión Europea (UE) igual podrían haber registrado un crecimiento en las elecciones del pasado domingo, dado que el desafío climático se ha convertido en una gran preocupación para los votantes.

Sin embargo, su gran activismo en los medios de comunicación, en la calle y en las redes sociales ha tenido un indudable efecto movilizador entre los electores.

A sus 16 años, la sueca Greta Thunberg ha puesto rostro a un movimiento que se ha vuelto mundial, con centenares de miles de jóvenes que se han aglutinado en torno a su nombre en decenas de países en las manifestaciones “Friday For Future”.

Una de ellas, Luisa Neubauer, estudiante de 23 años, es apodada “la Greta alemana”.

Las redes sociales juegan un rol decisivo en la movilización de los jóvenes, sobre todo para la difusión de llamados para tomar la calle.

Greta ha inspirado a otras jóvenes y mujeres, como en Bélgica las estudiantes flamencas Anuna De Wever, de 17 años, y Kyra Gantois, de 20, o en Uganda, Leah Namugerwa, de 14, las cuales han destacado en las barricadas del activismo ecologista en los últimos tres meses.

Anuna y Kyra ya han publicado un ensayo: “Somos el clima. Carta para todos”.

Los Verdes europeos han conseguido un fuerte impulso, aupados sobre todo por los ecologistas alemanes (20.5%), franceses (13.47%) y británicos (12.1%).

Las elecciones “demuestran que nosotros no colocamos la crisis ecológica solamente en la agenda callejera, sino también en las urnas”, dijo Neubauer en Twitter.

La amenaza para la derecha y la derecha populista parece ser tal que Greta, quien padece el síndrome de Asperger (trastorno neurobiológico), fue durante la campaña para las europeas el blanco de virulentos ataques por parte de la extrema derecha “climatoescéptica”.

Principalmente en Francia y Alemania, activistas de esta tendencia destacaron la minusvalía de Greta para desacreditar su discurso pro naturaleza, acusándola de haber sido adoctrinada por los “ecofascistas”, según un informe del Instituto para el Diálogo Estratégico (ISD) de Londres.


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