“No criticar al papa a sus espaldas”, “no caer en cotilleos” y “evitar el lujo”, son algunas de las indicaciones que Francisco ha dado en forma de decálogo a los nuncios pontificios, embajadores de la Santa Sede, convocados estos días.
Francisco ha querido consolidar la frecuencia trienal de los encuentros con estos representantes pontificios, después de los realizados en 2013 y 2016; desde ayer se encuentran en el Vaticano 98 nuncios apostólicos, cinco observadores permanentes, los representantes en entes internacionales, así como 46 jubilados.
El papa les entregó un decálogo “para realizar mejor su misión”, donde señala que el “nuncio es el representante del papa”; por tanto: “Es inconciliable ser representante pontificio y criticar al papa a sus espaldas, tener blogs o unirse a grupos hostiles a él, a la Curia y a la Iglesia de Roma”.
En un punto se puede leer una referencia al caso del ex nuncio del Vaticano en EU, Carlo Maria Viganò, que no estuvo presente en esta reunión y que ha señalado varias veces al papa de conocer que el cardenal Theodore McCarrick había sido acusado de abusos sexuales.
“El nuncio es hombre de Iglesia”, se lee en la segunda indicación, y “deja de serlo cuando trata mal a sus colaboradores” o “busca el lujo en su ropa u objetos de marca en medio de gente que no tiene ni lo necesario”.
En el decálogo de Francisco, también pide que sean “hombres de reconciliación y mediación” siendo “imparciales y objetivos”. Además, les exhorta a ser prudentes con los regalos que se les hagan porque “pueden comprar” su objetividad y su libertad.