El gobierno británico anunció este martes una investigación sobre los "fallos" puestos de manifiesto por el secuestro, violación y asesinato de una mujer londinense por parte de un policía que fue condenado la semana pasada a cadena perpetua.
El feminicidio de Sarah Everard, de 33 años, conmocionó al Reino Unido, y se acusa a la policía londinense de haber ignorado una serie de señales preocupantes sobre el comportamiento de su autor, el agente ahora despedido Wayne Couzen, de 48 años.
Sarah, la ejecutiva secuestrada por un policía de la Embajada de EU en Londres
El policía Wayne Couzen, que laboraba en la Embajada de Estados Unidos en Londres, deambuló en un coche por el centro de Londres tras completar su turno de 12 horas con el objetivo de "cazar a una mujer solitaria para secuestrarla y violarla", en palabras del juez.
Así fue como se topó en el barrio de Clapham con Sarah Everard, una ejecutiva de marketing en una agencia de medios digitales, que regresaba a casa tras quedar con una amistad a unos cuatro kilómetros, un trayecto que nunca llegó a completar ya que Wayne la secuestró.
Según la investigación policial, Wayne usó sus credenciales y autoridad como agente para arrestar a la joven por supuestamente quebrantar las restricciones por el covid-19, en un momento en que el Reino Unido estaba bajo confinamiento.
Posteriormente la esposó, ante la mirada de algunos transeúntes y las cámaras de seguridad que creyeron ver una detención en lugar de un secuestro, la condujo hasta los alrededores de Kent —al sureste de Inglaterra, a unos 125 kilómetros— donde la violó en una zona boscosa de Ashford y la asesinó estrangulándola con un cinturón reglamentario de policía.
Wayne Couzens quemó el cuerpo de Everard y se deshizo de los restos arrojándolos en un estanque cercano, tal como descubrieron los agentes una semana después, con la ayuda de perros rastreadores. Según el informe del forense, su muerte se debió a una "compresión del cuello". El agente fue detenido en su domicilio de Deal, en el sureste de Inglaterra, el 9 de marzo.
Su desaparición dio lugar a vigilias y manifestaciones pese a las restricciones impuestas por la pandemia, con una controvertida respuesta policial, y llevó al gobierno a prometer un aumento de las patrullas nocturnas y mayor financiación para hacer las calles más seguras para las mujeres, reabiendo el debate sobre la violencia contra las mujeres.
Miles de mujeres de todas las edades recurrieron a las redes sociales para expresar su sentimiento de inseguridad, describiendo las amenazas y el acoso que habían sufrido y pidiendo a los políticos que hicieran algo al respecto.
Couzens se declara culpable por el feminicidio de Sarah Everard
Tras dar una versión falsa de lo ocurrido, acabó admitiendo el secuestro, violación y asesinato de Sarah. Couzens se declaró culpable el 9 de julio en una comparecencia a distancia desde la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh. En la audiencia estaban presentes cinco miembros de la familia de la fallecida y la comisaria de la Policía Metropolitana, Cressida Dick.
El fiscal Tom Little había señalado en el juicio que el agente de Policía "no se había encontrado previamente" con Sarah, "no la conocía y no tuvo contacto directo o indirecto con él. Eran unos completos extraños entre sí", ha añadido.
Por su parte, la comisaria metropolitana detalló que se ha disculpado personalmente con la familia de Everard, antes de agregar que el cuerpo policial está "asqueado, rabioso y devastado por los crímenes de este hombre. Son terribles y todo el mundo en la Policía se siente traicionado".
Fue hasta este 30 de septiembre que el polícia de 48 años fue condenado a cadena. El asesinato se produjo en "circunstancias especialmente brutales, trágicas y devastadoras", afirmó el juez Adrian Fulford del tribunal penal de Londres al anunciar la sentencia contra Wayne Couzens.
En un comunicado, la familia de la víctima se declaró aliviada por la severidad de la sentencia, afirmando que "el mundo es un lugar más seguro con él en la cárcel".
Sin embargo, las autoridades británicas siguen investigando a Wayne ya que podría estar detrás de otra serie de delitos, después de que se haya descubierto que su vehículo estaría envuelto en una serie de denuncias por exhibicionismo.
Se sospecha que su vehículo habría sido visto en dos casos por conducta indecente, uno de ellos 72 horas antes de que Sarah fuera asesinada. El vocero de la Policía Metropolitana de Londres, Nick Ephgrave, explicó que la investigación sobre ese episodio estaba "en curso" cuando se produjo el crimen.
Un escarnio mayor a los policías por violencia machista
En julio, la Oficina Independiente de Conducta Policial anunció que investigaba a 12 agentes por cuestiones relacionadas con el caso de Wayne, implicado anteriormente en incidentes de exhibicionismo.
La Minista de Interior, Priti Patel, aseguró este martes que "habrá una investigación, para contar con el necesario escrutinio independiente y asegurarnos de que esto no puede volver a ocurrir".
Los trágicos acontecimientos recientes han puesto de manifiesto fallos inimaginables en la policía", dijo Patel, calificando al agente de "monstruo". "Es aberrante que un agente de policía en activo haya podido abusar de su posición de poder, autoridad y confianza para cometer un crimen tan horrible", subrayó. "El público tiene derecho a saber qué fallos sistémicos permitieron a este agente seguir trabajando en la policía".
La primera parte de la investigación examinará los antecedentes del ex policía y hará un "relato definitivo de su conducta hasta su condena", así como de las "oportunidades desaprovechadas" para impedir lo ocurrido, precisó el ministerio del Interior en un comunicado. La segunda examinará cuestiones más amplias, en particular los procedimientos de control en el seno de la policía.
La prestigiosa Policía Metropolitana de Londres se ve acusada de haber ignorado una serie de señales alarmantes sobre el comportamiento de ese agente de 48 años. "Lo siento muchísimo", afirmó Cressida Dick, cuya dimisión como jefa de la policía reclaman algunos, pidiendo disculpas después del caso.
Si el tono de la comisiaria era tan grave tras la condena de Wayne Couzens a cadena perpetua, es porque, pese a sus promesas de reconquistar la confianza del público, su futuro al frente de Scotland Yard está en juego.
El secretario de Estado de policía, Kit Malthouse, declaró a la BBC que "una de las lecciones que tendremos que aprender" es "dónde fueron a parar esas investigaciones, por qué no hubo resultado".
El diario The Times informa además de que Couzens supuestamente compartió contenidos misóginos, racistas y homófobos con colegas en un grupo de WhatsApp, que está siendo investigado por el servicio de deontología de la policía.
La polícia Parm Sandhu, ex alto cargo de Scotland Yard, denunció una cultura "muy sexista y misógina" en el seno de la policía. La policía londinense también fue criticada por su violenta intervención para disolver una concentración en homenaje a la ejecitiva.
La BBC informó este martes que Patsy Stevenson, de 28 años, una mujer que fue fotografiada siendo arrestada en una de las vigilias por el feminicidio de Sarah dijo que "unos 50" agentes de policía se han puesto en contacto con ella a través de la aplicación de citas Tinder, dejándola "aterrorizada".
Añadió que los oficiales se acercaron a ella en Tinder después de que la esposaron en la vigilia el 13 de marzo. Dijo que sabían que tenía "miedo de la policía" y que lo había hecho "por una razón".
Scotland Yard dijo que sus oficiales "deben cumplir con nuestros altos estándares de comportamiento profesional, tanto dentro como fuera de servicio".
Otras mujeres fueron recientemente asesinadas en lugares públicos, como las hermanas Nicole Smallman y Bibaa Henry en un parque en junio de 2020, y el pasado septiembre Sabina Nessa, una profesora que se dirigía a un pub a cinco minutos de su casa.
En el primer caso, dos policías fueron acusados de falta grave por fotografiarse en la escena del doble asesinato y compartir las imágenes. La policía londinense se ha comprometido a redoblar sus esfuerzos, desplegando cientos de agentes adicionales en lugares públicos y prometiendo revisar el modo en que trata este tipo de casos.
"Sabemos que tenemos que trabajar para reconstruir la confianza", reconoció el jueves Ephgrave. "Haremos todo lo posible para conseguirlo", subrayó.
dmr