Francia analiza legalizar la asistencia sexual para personas con discapacidad

Emmanuel Macron aseguró que “el derecho a la vida sexual” otorga dignidad a las personas.

Francia analiza legalizar la asistencia sexual para personas con discapacidad (Shutterstock).
Editorial Milenio
París /

El gobierno francés estudia legalizar el oficio de asistente sexual a personas con discapacidad, una cuestión que genera en el país gran controversia, puesto que algunas asociaciones lo consideran como prostitución.

Durante la Conferencia Nacional sobre la Discapacidad, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció este martes que "el derecho a la vida sexual" otorga dignidad a las personas con discapacidad.

Lo hizo después de que su secretaria de Estado de Discapacidad, Sophie Cluzel, anunciara el pasado domingo que consultará la opinión de las instancias pertinentes sobre la legalización de esas prácticas, como ya sucede en Alemania, Países Bajos, Bélgica o Suiza.

Cluzel se mostró favorable a que "se pueda acompañar la vida íntima, afectiva y sexual" de las personas con discapacidad mediante asistentes que les permitan tener relaciones a aquellos que no pueden por sí mismos.

El Gobierno se ha dirigido sobre esta cuestión al Comité Consultivo de Ética, un organismo que en 2012 ya se pronunció en contra al considerar que ese tipo de servicio suponía un uso "mercantil" del cuerpo humano.

Pero la secretaria de Estado cree que, desde entonces, la sociedad francesa "ha madurado" y tiene "una visión nueva" sobre el problema que supone "condenar (a las personas con discapacidad) a vivir en una abstinencia no elegida".

La opinión del Gobierno es compartida por organizaciones como la Asociación para la Promoción del Acompañamiento Sexual (APPAS), que desde hace años propone cursos de formación para dar estos servicios.

Pese a que su actividad puede ser catalogada con el actual marco legal francés de "proxenetismo", desde 2014 unas 80 personas han seguido sus cursos y una veintena ejercen en la actualidad,  afirmó al diario Le Parisien su presidenta, Jill Prévôt-Nuss.

Aseguran que hasta ahora ninguno de ellos ha sido denunciado, pero exigen que se legalice su actividad para que no puedan hacerlo en el futuro.

Pero el Consejo para la Igualdad entre Hombres y Mujeres, un organismo independiente consultivo del Gobierno, se mostró este  en contra, al considerar que "es una suerte de legalización de la prostitución en un momento en el que Francia se compromete a combatir la explotación sexual de seres humanos".

Durante la Conferencia Nacional sobre la Discapacidad, Macron anunció una mejora del acceso a la escuela para las personas con discapacidad, una simplificación en sus trámites administrativos y una mejora de sus ayudas.



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