Los países del G7 acordaron este jueves limitar la capacidad del Kremlin para sortear las sanciones impuestas a nivel global como respuesta a la guerra en Ucrania a través de ventas de su oro, al tiempo que se comprometieron a reducir su dependencia en los combustibles fósiles rusos.
En una declaración adoptada luego de una breve cumbre en Bruselas, el G7 aseguró además que "no escatimará esfuerzos" para que el presidente ruso, Vladimir Putin, así como los "arquitectos y personas que lo apoyan en esta agresión", sean responsabilizados.
El tema del oro y el gas ruso son dos de los acuerdos alcanzados por las siete mayores potencias mundiales en su reunión de Bruselas, que ha tenido lugar después de la cumbre de líderes de la OTAN y antes de la reunión de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea a la que está invitado el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El G7 subrayó su "determinación de imponer severas consecuencias a Rusia, incluso mediante la implementación total de las medidas económicas y financieras que ya imponemos".
Los siete países buscarán además que "otros gobiernos adopten medidas restrictivas similares" a las impuestas por el grupo.
El G7 también advirtió contra "cualquier amenaza del uso de armas químicas, biológicas y nucleares" y "recordó a Rusia sus obligaciones ante tratados internacionales de los cuales es signataria".
Según el G7, el pueblo ruso debe "saber que no tenemos nada contra él. Son el presidente Putin, su gobierno y sus seguidores (...) quienes imponen esta guerra y sus consecuencias a los rusos".
El G7 está integrado por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Alemania, Francia, Italia y Japón.