El gobernador de Texas, Greg Abbott, solicitó una declaración de emergencia federal en la entidad al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para hacer frente al aumento de migrantes, principalmente haitianos, en Del Río, zona fronteriza con Coahuila, ante lo que la autoridad local califica como "crisis" en el condado de Val Verde.
Abbott envió una carta al mandatario, la cual hizo pública tras masiva llegada de extranjeros por la frontera de México, el mismo día en que el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, alertó que se efectuarán deportaciones de migrantes en el territorio.
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"Este aumento plantea riesgos potencialmente mortales para los residentes del condado de Val Verde y está invadiendo rápidamente los recursos policiales y de atención médica y humanitarios que nunca fueron destinados a ser utilizados en esta capacidad. Incluso los recursos federales limitados en el área se ven afectados por la gran cantidad de número de personas que cruzan ilegalmente a Texas", se revela en el mensaje.
En la misma carta, Abbott recuera a Biden que tomó "la acción apropiada bajo la ley estatal al dirigir la ejecución del plan de manejo de emergencias del estado y al declarar un estado de desastre el 31 de mayo de 2021, para varios condados de Texas en la frontera sur del estado".
Además, el gobernador cuestiona la “incapacidad del gobierno federal para hacer cumplir las leyes de migración y, en particular, su incapacidad para detener los cruces ilegales en un área de propiedad federal, lo cual es jurisdicción del gobierno federal”.
Para Abbott, la situación migratoria actual está colapsando la capacidad de Texas, así como Del Rio y el condado de Valverde, para responder a una “oleada concentrada” de extranjeros que han cruzaron ilegalmente.
Dijo también que “miles de familias están inmovilizadas y soportan un calor de 100 grados, mientras su número continúa aumentando a la espera de ser procesadas por los aproximadamente 64 agentes federales en el área (...) Hay personas que acampan en condiciones miserables y se bañan en el agua fangosa del río, lo que genera grandes problemas de salud”.
Abbott recalca que desde que declaró el estado de desastre en las zonas fronterizas el 31 de mayo, Texas ha gastado 84 millones de dólares “más allá de su asignación regular para combatir la crisis actual en nuestra frontera internacional”.
“El estado de Texas está haciendo más que cualquier otro estado para proteger la frontera, pero se necesita más”, dijo el gobernador republicano.