Al menos 17 personas murieron y cuatro están desaparecidas después de que las inundaciones azotaran la provincia central china de Hunan y un deslizamiento de tierra sepultara partes de varias aldeas en la región sureña de Guangxi, informó la prensa estatal.
Las tormentas han azotado a Hunan desde principios de mes, y algunas estaciones de monitoreo informaron niveles históricos de lluvia, dijo la agencia de noticias Xinhua el miércoles por la noche.
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Hasta el jueves por la noche, se reportaron 10 personas muertas y tres desaparecidas en las inundaciones que han afectado a alrededor de 1,8 millones de personas en la provincia mayoritariamente rural y montañosa, dijo Xinhua. Dijo que 286 mil personas han sido evacuadas a un lugar seguro y más de 2 mil 700 casas han resultado dañadas o colapsadas por completo.
En Guangxi, los equipos de rescate todavía buscaban sobrevivientes el jueves en varias aldeas en el área de la ciudad de Beiliu, donde los días de lluvia dejaron las laderas inundadas y propensas a deslizamientos, dijo Xinhua. Siete personas fueron confirmadas muertas en los deslizamientos de tierra, una estaba desaparecida y al menos una persona fue sacada con vida.
Las autoridades emitieron advertencias sobre continuos aguaceros en Guangxi y las provincias cercanas de Jiangxi, Fujian, Guangdong, Hainan, Sichuan, Chongqing y Yunnan, dijo Xinhua.
China experimenta inundaciones regularmente durante los meses de verano, con mayor frecuencia en las áreas central y sur que tienden a recibir la mayor cantidad de lluvia.
Las peores inundaciones de China en los últimos años ocurrieron en 1998, cuando más de 2 mil personas murieron y casi 3 millones de viviendas quedaron destruidas, principalmente a lo largo del Yangtze, el río más caudaloso de China.
El gobierno ha invertido mucho en control de inundaciones y proyectos hidroeléctricos como la gigantesca Presa de las Tres Gargantas en el Yangtze.
A nivel mundial, las tormentas tropicales más intensas están aumentando como resultado del cambio climático, lo que provoca un aumento de las inundaciones que amenaza la vida humana, los cultivos y la calidad de las aguas subterráneas .
OC