Las autoridades de Japón informaron hoy la decisión de prohibir hasta los últimos días de enero la entrada de extranjeros no residentes a ese país, lo que refleja un intento por blindar sus fronteras por el coronavirus tras detectar un considerable aumento de contagios de la nueva cepa de covid-19.
Desde este lunes se comenzará a aplicar la medida, según lo revelado hoy por el gobierno mediante un comunicado, precisando que los japoneses y extranjeros residentes que lleguen a la nación asiática podrán ingresar con una prueba negativa a covid-19, la cual se debe aplicar 72 horas antes de su llegada, además de estar aislados por 14 días.
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Fue el viernes cuando Japón comunicó sus primeros casos de una variante de rápida propagación en pasajeros que llegaron de Reino Unido. La mutación también ha sido detectada en un hombre que visitó ese territorio europeo, además de un integrante de su familia, siendo estos los primeros casos de personas infectadas encontrados fuera de los controles del aeropuerto, según informó Nippon TV ayer.
La nueva variante causó alarma en varias naciones del mundo, quienes han aplicado diversas medidas para evitar los contagios, mientras Tokio informó ayer de otro récord de alza de contagios de coronavirus.
Las infecciones del virus que causa la enfermedad covid-19 alcanzaron un récord de 949 en la capital, justo cuando se dirige a las fiestas de Año Nuevo, que normalmente suponen un flujo de personas de la capital a las provincias.
OMZI