El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció una flexibilización del confinamiento en Buenos Aires y su zona metropolitana, pese al elevado nivel de contagios por coronavirus, en que se aburarán algunas actividades de forma paulatina este 20 de julio. Asimismo anunció una prórroga de la cuarentena que será vigente hasta el 2 de agosto.
En Buenos Aires y su periferia reabrirán comercios no esenciales de proximidad, industrias y se permitirá algunas actividades profesionales. Asimismo habrá salidas deportivas y cupos limitados en templos religiosos, según anunciaron el alcalde capitalino, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador de la provincia, Axel Kicillof, en una rueda de prensa junto al mandatario.
"Entre el 18 de julio y el 2 de agosto vamos a ir tratando de volver a la vida habitual en este nuevo mundo diferente, que nos exige cuidados diferentes y lo vamos a hacer escalonadamente", aseguró Fernández.
Desde el 1 de julio pasado regía en el área metropolitana de Buenos Aires una etapa, más rígida que la anterior, del aislamiento social obligatorio decretado el 20 de marzo, porque se estaba registrando un rápido aumento de casos en esa zona, en la que viven alrededor de 14 millones de personas.
"Tenemos algunos datos optimistas que nos permiten pensar que este tiempo en que tuvimos aislamiento en el Buenos aires, ha servido, ha sido útil y nos ha permitido corregir estas cosas, pero eso no quiere decir que hayamos superado el problema", recalcó el presidente.
Extreman medidas ante aumento de casos en Argentina
Las provincias de Jujuy, Chaco y Río Negro, que habían presentado rebrotes, también flexibilizarán el aislamiento a partir de la semana próxima. En la Patagonia se empezaron a ver nuevos rebrotes destacados estos días atrás, por lo que en todos estos territorios se mantendrán desiguales medidas de restricción, mientras que en otros, donde hace semanas que no hay contagios o están muy controlados, se asienta la nueva normalidad.
Fernández, que ha insistido en priorizar la salud antes que la economía, hizo un llamado a la población a extremar los cuidados individuales para evitar enfermarse.
"Estamos muy lejos de haber superado la situación. El riesgo todavía está latente", dijo el presidente, quien sin embargo se mostró satisfecho de que "el esfuerzo que hicimos nos permite mostrarnos como uno de los países con menor cantidad de muertes. Vamos a tratar de ir volviendo a la vida habitual en este nuevo mundo que nos exige cuidados diferentes", añadió.
Coronavirus en Argentina
Con una población de 44 millones de habitantes, Argentina suma 114 mil 770 contagios de covid-19, con 2 mil 133 fallecidos y 49 mil 780 recuperados. La tasa de mortalidad es de 46.5 por cada 100 mil habitantes. Desde hace dos semanas la cantidad de contagios es de aproximadamente 3 mil cada día.
"Todos, todas y todes hemos hecho un gran logro y por eso no debemos bajar los brazos", alertó el presidente, para recalcar que, si, en medio de la flexibilización hay un empeoramiento de la situación y "hay que volver atrás", se volverá atrás.
Protestas contra la cuarentena
Esta nueva etapa se extenderá hasta el 2 de agosto. Dependiendo de la evolución de los contagios "habrá marchas y contramarchas", advirtió Kicillof al indicar que vamos hacia una cuarentena "intermitente".
"No me presionan los que salen a la calle (a manifestarse contra la cuarentena) ni los que dicen que el virus no existe. Me presiona la realidad, los comerciantes que tienen sus comercios cerrados y los que quieren salir a trabajar", dijo Fernández al explicar la decisión de apertura.
Actualmente, la tasa de ocupación de camas de terapia intensiva en el área metropolitana de Buenos Aires es de 64 por ciento, y en el país de 54 por ciento. Pese a un plan de ayuda estatal, el impacto de la pandemia y del aislamiento en la economía ha sido muy alto, con una caída de 26.4 por ciento del Producto Interno Bruto en abril, con pobreza y desempleo en aumento.
"La flexibilización en el momento en que tenemos más casos diarios obedece al cansancio y al impacto económico. Es una decisión política más que sanitaria", dijo el analista político Carlos Fara a la agencia AFP. "Con estas medidas, el presidente muestra empatía con las necesidades de la gente, y además el acompañamiento de los gobernadores y del alcalde le permite exhibir unidad", destacó.
El largo confinamiento, de más de 120 días, ha hecho mella en el ánimo de la gente, que disminuyó su apoyo a las medidas de aislamiento de 80 por ciento de la población al inicio, a poco más de 50 por ciento actualmente, según sondeos. Además, ha habido manifestaciones de pequeños grupos anticuarentena.
Argentina lleva dos años en recesión; tiene al menos al 35.5 por ciento de su población en la pobreza y se encuentra inmersa en un dilatado proceso de negociaciones para reestructurar su alta deuda externa, un contexto que ahora se ve agravado por la irrupción del coronavirus y los efectos de la cuarentena en la economía de las familias y las empresas, lo que ha llevado al gobierno a desembolsar alrededor de un 3 por ciento del producto interior bruto en subsidios.
"Que todos sepan que vamos a estar ayudando a todos y todas, a comerciantes, trabajadores sin trabajo... no vamos a dejarlos abandonados en este tiempo, son nuestra prioridad", recalcó Fernández, que volvió a comparar a Argentina con el resto de países de América. "Fíjense lo que logramos, miren Argentina, siempre estamos acá, entre los países gracias a dios con menos cantidad de muertos", añadió señalando una estadística.
Mientras se trata de avanzar a una mayor normalidad, el gobierno, según insistió, seguirá trabajando en el sistema de salud, en investigaciones científicas, y con laboratorios que buscan hallar la vacuna que acabe con el virus.
dmr