Los primeros 255 pasajeros del crucero MS Braemar que ancló en Cuba partieron de regreso a Londres a bordo de un Boeing 777-300 de British Airways desde La Habana luego de haber sido examinados por médicos de la isla
El grupo forma parte de los mil 63 tripulantes y pasajeros de 11 nacionalidades que viajaban en el crucero desde febrero sin recibir permiso de atraque en ningún puerto del Caribe por temor a contagio del coronavirus Covid-19.
"Ha sido un alivio". Steve está de mejor ánimo después de esperar una semana dentro de un crucero con cinco contagiados del virus a bordo.
Otros tres aviones ya se preparan en el Aeropuerto Internacional José Martí de la capital cubana para continuar la evacuación de todas las pasajeros que están en condiciones de realizar el viaje. Buena parte de los turistas son mayores de 60 años, por lo que pertenecen al grupo de riesgo del virus.
Se estima que esta operación dure hasta el jueves. El buque atracó este miércoles en el puerto de Mariel, al oeste de La Habana, y tras cumplirse los trámites aduanales y los chequeos médicos, los pasajeros comenzaron a ser trasladados en ómnibus hasta el aeropuerto.
En el crucero viajaban cinco personas infectadas con coronavirus y 47 con síntomas diversos de resfriado, que se mantenían en cuarentena al llegar a la isla.
La operación conjunta de los gobiernos de Cuba y Reino Unido establece que las personas se mantendrán bajo tratamiento médico en la isla en caso de no poder volar por razones de salud.
“Estamos muy agradecidos, nunca olvidaremos que ustedes nos recibieron cuando nadie nos quería”, dijo Athea Guthrie, una de los pasajeros que viajaron de regreso a su país.
Sin embargo, ciudadanos cubanos tienen opiniones diversas sobre esta evacuación son diversas.
“Hay que ser muy insensibles para dejar esa gente a su suerte”, respondió a MILENIO Cornelio Echevarría, un ingeniero de 45 años de edad.
Cuba anunció este miércoles su primera muerte por coronavirus, un turista italiano de 61 años, asmático, que llegó a la isla hace unos días con la enfermedad.
Migdalia Martínez, ama de casa, de 60 años comentó en tanto: “Yo no estoy de acuerdo porque a nosotros los yanquis nos tienen con el agua al cuello y tenemos que cuidarnos; todo el mundo se encierra y nosotros nos abrimos. ¡Me parece una locura!”.
Cuba, que a diferencia de muchos países del mundo y América Latina, hace gala de no haber cerrado sus fronteras, aceptó el riesgo, en una operación altamente destacada en sus redes sociales. Mientras, la enfermedad ya se cobró una vida en la isla.
“Estos son tiempos de solidaridad, de entender la salud como un derecho humano, de reforzar la cooperación internacional para hacer frente a nuestros desafíos comunes, valores que son inherentes a la práctica humanista de la revolución y de nuestro pueblo”, replicaron las autoridades.
dmr