“Estamos esperando más” de López Obrador: Guaidó

Entrevista

Crisis política. “No es positivo en este momento que algún gobierno se haga de la vista gorda” ante la situación que vive el país sudamericano, comenta a MILENIO el autoproclamado presidente.

El político es tajante en su negativa de acudir al diálogo con Nicolás Maduro. (Reuters)
Adriana Esthela Flores
Caracas / Enviada especial /

Juan Gerardo Antonio Guaidó es una especie de Barack Obama venezolano. Tiene los gestos bien estudiados para sonreír en el momento adecuado, mostrarse serio cuando se requiere y hablar directo, sin dudar, a los ojos de su interlocutor.

No se despega del celular por una razón poderosa: su imagen sirve para la construcción del mundo 2.0, intercambiando mensajes y tuits con Donald Trump.

Su equipo tiene experiencia en el campo. Entre sus integrantes hay quienes estuvieron en México el año pasado para diseñar campañas para posicionar mediáticamente la crisis en Venezuela de cara a las elecciones presidenciales. Y no lo lograron porque, en sus indagatorias, no le encontraron ningún trapo sucio a López Obrador y porque se dieron cuenta de que la población mexicana buscaba un cambio: Basta del PRI y del PAN. “Ahí no había nada qué hacer”, cuenta un miembro de su equipo.

Y fue justo México el tema obligado para iniciar la entrevista con el autoproclamado mandatario de Venezuela —quien se nombra a sí mismo “presidente encargado”— al argumentar que, pese a ser avalados por organismos internacionales, no fueron válidos los comicios en los que fue reelecto el mandatario Nicolás Maduro.

Por eso lo primero que hace en la entrevista que concedió a MILENIO y Multimedios fue tratar de enmendarme la plana porque no lo presenté como presidente interino, sino que resalté su autoproclamación del 23 de enero pasado.

“Yo asumí competencias de la Constitución para ser presidente encargado. Al no haber elección presidencial en 2018, se venció el periodo de Nicolás Maduro y le corresponde al presidente del Parlamento asumir la encargaduría de la presidencia”, enfatiza. Luego, aclarado el punto, contesta la pregunta sobre la postura neutral de México sobre la crisis en Venezuela.

“Yo creo que México va a hacer lo correcto para lograr un diálogo y estructurar una salida política a la crisis profunda que vive Venezuela, donde hoy en día un venezolano vive o sobrevive con tres dólares al mes”, responde sin salir del guion que ya tiene elaborado para el tema “México”.

Insisto sobre el mensaje a Andrés Manuel López Obrador quien, apegándose al precepto constitucional de la no intervención, mantiene su reconocimiento a Maduro.

“Confío en que López Obrador hará lo correcto en respaldar no un diálogo sino el proceso de solución política a la crisis de Venezuela”, enfatiza.

¿Es válida la neutralidad?

Estamos esperando más.

Sus respuestas son cortas cuando se le cuestiona si ha tenido comunicación con el gobierno lopezobradorista.

“Hemos tenido relaciones con muchos países y tratamos de tener relación con el gobierno mexicano”.

¿Se ha comunicado usted con alguien, con Marcelo Ebrard?

Hemos intentado sostener mecanismos de comunicación con gobierno mexicano, acota.

Pero estos acercamientos no se traducen en buenos ojos respecto a la mesa de diálogo de alto nivel convocada por los gobiernos de México y Uruguay en Montevideo para tratar de alcanzar una solución política a la crisis.

¿Participará? 

No, contesta tajante.

Para él, la única negociación posible pasa por las tres condiciones de su hoja de ruta: el “cese de la usurpación” (como le llama a la permanencia de Maduro en la presidencia), gobierno de transición y convocatoria a elecciones (algo a lo que el gobierno de la revolución chavista ya respondió que, si acaso, habrá comicios legislativos). Le insisto sobre el tema México.

“Cualquier régimen” (se le escapa el término)... “Gobierno que se haga de la vista gorda con un país vecino no es positivo en este momento...”.

No se puede dejar de lado la acusación de que es un “títere del imperio”, debido al respaldo que ha recibido del mandatario Trump a sus acciones —fue el primer país en reconocerlo como presidente— y de las reiteradas denuncias sobre su participación en un guion de golpe de Estado en Venezuela para crear un escenario similar a Siria y Libia.

“Es una retórica agotada de este régimen. Durante años acusaron a Estados Unidos de tantas cosas. Evidentemente lo usan como retórica de izquierda para justificar lo injustificable: que este pueblo pasa hambre”, dice.

Le reitero si detrás de él está Trump. Sonríe burlonamente.

“Perdón por la sonrisa sarcástica pero nosotros hemos estado al servicio de Venezuela. Es paradoja que 60 organizaciones del mundo solo se centren en un país. Es absurdo”, resalta.

Destaca puntos claves de la crisis que, espera, sepa la población mexicana, como la hiperinflación, “las violaciones sistemáticas a los derechos humanos”, la emigración o fallas en acceso a recursos públicos.

¿No son válidas las posiciones neutrales?

Yo creo que en este momento hay que mostrar firmeza ante una dictadura.

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