El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, está a punto de confirmar este domingo un cuarto mandato consecutivo tras 14 años en el poder, concluidas unas controvertidas elecciones en las que no tuvo una real competencia, con siete aspirantes opositores detenidos, y con críticas directas del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, asegurando que los comicios fueron una "farsa".
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Las urnas cerraron a las 18:00 horas locales, tras 11 horas de votación, en una jornada resguardada por 30 mil militares y policías y que transcurrió sin entusiasmo ni incidentes, con la oposición clamando un enorme abstencionismo y el oficialismo una gran participación.
Las elecciones generales de Nicaragua, en las que se espera una nueva reelección del sandinista Daniel Ortega, en el poder desde el 2007, se han caracterizado este domingo por una escasa participación debido a que, para muchos, el resultado está determinado de antemano.
Criticas de Biden y apoyo de Maduro a Daniel Ortega
Apenas cerradas la urnas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó de "farsa" las elecciones, mientras que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, felicitó a su aliado Ortega ante su predecible victoria y reiteró que "Nicaragua tiene quien la defienda".
"Lo que el presidente nicaragüense Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, orquestaron hoy fue una elección de pantomima que no fue ni libre ni justa, y ciertamente no democrática", afirmó Biden en un comunicado distribuido por la Casa Blanca.
Biden adelantó que Washington, en coordinación con otros miembros de la comunidad internacional, "usará todas las herramientas diplomáticas y económicas" a su disposición para ayudar al pueblo de Nicaragua y pedir responsabilidades a Ortega, Murillo y aquellos que "facilitan sus abusos", incluso.
La comunidad occidental, encabezada por Estados Unidos y la Unión Europea, descalificaron previamente los comicios. La situación en Nicaragua se debatirá esta semana en la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que podría suspender al país del bloque regional. Analistas advierten que un aislamiento empeorará la situación socioeconómica y dispará la migración.
Human Rights Watch (HRW) también calificó como una "farsa" las elecciones en Nicaragua, y según escribió en su cuenta de Twitter, José Miguel Vivanco, director ejecutivo para las Américas, "Ortega asumirá su cuarto mandato consecutivo a fuerza de represión, censura y miedo".
En tanto, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, felicitó a Nicaragua por sus elecciones por ser "una jornada de paz" y agregó que ha habido un "buen nivel" de participación en los comicios en los cuales se elegirán al presidente.
"Buenas noticias llegan de Nicaragua, buen nivel de participación popular en las elecciones de hoy. El pueblo en paz participando en los centros de votación (...) Los felicitamos de antemano por esta jornada de paz, de participación", indicó Maduro en una alocución transmitida por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
El presidente sostuvo que "votar en Nicaragua, votar en Venezuela es dar un paso a la paz, a la estabilidad, al progreso, a la prosperidad de nuestros países". Igualmente, felicitó al actual mandatario de Nicaragua y candidato a la reelección, Daniel Ortega, y a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
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"El imperialismo y sus aliados rastreros en Europa, apuntando a Nicaragua, pero Nicaragua tiene quien la quiera, quien la defienda y aquí estamos nosotros, los patriotas de América Latina de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América, con el pueblo de Nicaragua", añadió y que "pronto" estará de visita en la nación centroamericana, aunque no especificó cuándo.
Una elección con un claro ganador: Daniel Ortega
Ortega, quien llegó al poder por las urnas en 2007 y el jueves cumplirá 76 años, asumirá, previsiblemente, otros cinco años como presidente, a la cabeza del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), junto a la poderosa Rosario Murillo, su esposa y candidata a la vicepresidencia por segunda vez.
El ex guerrillero sandinista, quien también gobernó el país en los años 1980 luego de que el FSLN derrocara en 1979 al dictador Anastasio Somoza, enfrentó a cinco candidatos derechistas, desconocidos y tachados de colaboradores del gobierno.
El ganador no ha estado en duda, pero como la oposición llamó a no votar, se desconoce la participación de los 4.4 millones de electores llamados a elegir también a 90 diputados de un Congreso que, igual que todos los poderes del Estado, está bajo control del Ejecutivo. El Consejo Supremo Electoral (CSE) no ha dado ninguna estimación de votación y anunció que habrá resultados hacia la medianoche.
Los comicios, considerados no democráticos por la comunidad internacional, se celebraron tres años y medio después de las protestas de 2018 que exigieron la renuncia de Ortega y cuya represión dejó al menos 328 muertos y más de 100 mil exiliados, sumiendo a este país centroamericano de 6.5 millones de habitantes en una profunda crisis política.
Acercándose los comicios, en una ofensiva contra la oposición que comenzó en junio, fueron ilegalizados tres partidos. Siete aspirantes presidenciales y otros 32 activistas sociales, políticos, empresarios y periodistas fueron detenidos, sumándose a unos 120 opositores que aún están presos desde 2018.
Tras votar junto a su esposa, Ortega arremetió contra los opositores y justificó las detenciones. "Estaban conspirando, no querían que se realizaran estas elecciones (...) Son demonios que no quieren la paz", aseveró, tras calificarlos de "terroristas". "Estamos realizando estas elecciones, y seguros de que en esta batalla, que es una batalla histórica, donde hay que decidirse por el terrorismo, la confrontación, la guerra o la paz".
En base a leyes aprobadas a fines de 2020, los recientes detenidos están acusados de atentar contra la soberanía, promover sanciones internacionales, "traición a la patria" o "lavado de dinero", como es el caso de la aspirante opositora favorita, Cristiana Chamorro, hija de la ex presidenta Violeta Barrios y quien está en arresto domiciliario.
Unos 200 "acompañantes electorales" y decenas de periodistas de países que el gobierno considera "amigos", como Rusia, fueron acreditados. Según el observatorio independiente Urnas Abiertas, son "simpatizantes sandinistas" que reemplazan la observación internacional de la OEA o la Unión Europea y a medios internacionales.
Clamor por una "¡Nicaragua libre!"
El FSLN se movilizó casa por casa para llamar a votar, mientras que el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) denunció que existe temor y un control social que intimida a la gente a la hora de votar.
"Nadie de mi familia fue a votar. Esto fue una burla para los nicaragüenses", dijo la dueña de una tienda de abarrotes, de 49 años, quien pidió ocultar su nombre "por temor" a la agencia AFP.
Pablo de Jesús Rodríguez, de 26 años, quien se gana la vida como carpintero y albañil, votó el centro José de la Cruz Mena: "El presidente ha hecho buenas cosas por nuestro país", dijo a agencia.
Miles de nicaragüenses exiliados en Costa Rica protestaron por las principales calles de la capital contra el "fraude" y el "circo" electoral orquestado, según dijeron, por el presidente Ortega.
En el marco de una jornada de manifestaciones, varios colectivos opositores nicaragüenses se unieron alrededor del mundo, incluido en Madrid, Miami, Panamá y Washington, para repudiar las elecciones y pedir al mundo que no reconozca los resultados electorales en Nicaragua al considerar que el proceso es una farsa que solo busca reelegir a Ortega.
"Estamos buscando que esa pareja diabólica (Ortega y Murillo) se vaya del país y vuelva la democracia", dijo Marcos Martínez, uno de los manifestantes a la agencia AFP.
Con pancartas y consignas como "No tenemos por quien votar todos están presos", "SOS Nicaragua", "Viva Nicaragua libre", "Ortega escucha seguimos en la lucha", "Yo no salgo a votar el 7 de noviembre" los protestantes pidieron a la población no salir a votar y a la comunidad internacional no reconocer las elecciones.
Ortega es señalado por sus críticos de "nepotismo" y de instaurar una "dictadura". Él acusa a los opositores de "golpistas" apadrinados por Washington.
dmr