Una investigación que comenzó en 2014, en una gasolinera de Brasilia mantuvo en prisión durante 19 meses al líder político más popular en la historia de Brasil, al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Lula fue declarado culpable de corrupción y lavado de dinero dentro de la pesquisa denominada Lava Jato (Operación Auto Lavado), en la que se examinaron millones de dólares en contratos con el gigante petrolero Petrobras y que involucró a casi todas las áreas de los negocios y la vida política en la nación sudamericana.
El ex presidente Michel Temer también enfrenta cargos, convirtiéndose en su momento en el primer mandatario en funciones de Brasil en ser acusado formalmente de corrupción.
¿Cómo inicio la Operación 'Lava Jato'?
En marzo de 2014, la Operación Lava Jato empezó como una investigación sobre lavado de dinero encabezada por policías y fiscales del estado Paraná.
La historia comienza a unos kilómetros de distancia del Congreso de Brasil, en Brasilia, cuando Carlos Habib Chater, quien hacía negocios con dinero sucio y era propietario de una gasolinera, fue arrestado.
Los investigadores descubrieron que Chater estaba en negocios con Alberto Youssef, quien ha sido declarado culpable de lavar dinero y que había adquirido una camioneta Land Rover para Paulo Roberto Costa, ex ejecutivo de Petrobras, la gigantesca petrolera estatal.
Al paso del tiempo, tanto Youssef como Costa alcanzaron acuerdos con las autoridades para revelar información a cambio de una sentencia menor, y ello abrió las puertas a una enorme red de corrupción.
¿Cómo operaba la red y quiénes han sido detenidos?
Los fiscales dicen que ejecutivos de importantes compañías constructoras como Odebrecht, OAS y Andrade Gutiérrez formaban un cártel que decidía a qué firmas les serían otorgados contratos con Petrobras, con frecuencia por miles de millones de dólares, y qué tan inflado de precio estaría cada uno de ellos.
El incremento en los precios se utilizaba para pagarle a decenas de políticos y ejecutivos de Petrobras, dicen los investigadores.
Las decenas de altos ejecutivos y políticos que ya han sido declarados culpables o están bajo investigación forman la élite de Brasil.
Entre ellos estuvieron el ex director general de Odebrecht, Marcelo Odebrecht, quien también estuvo vinculado a otros casos de corrupción de la constructora en Perú, Ecuador, Colombia y México; así como Eduardo Cunha, ex presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, ambos en la cárcel con largas sentencias.
En testimonios rendidos tras acuerdos entre imputados y fiscales, Lula da Silva fue acusado de ser el propietario secreto de un apartamento frente a la playa en la ciudad de Guaruja, en el estado de Sao Paulo.
Presuntamente el apartamento fue preparado por la constructora OAS para el exp residente a cambio de contratos con Petrobras entre 2006 y 2012. Lula insiste en que ningún documento lo vincula con el apartamento y que sólo lo visitó en una ocasión.
El juicio político a Dilma Rousseff y la aparición de Jair Bolsonaro
Tras la vinculación de Lula da Silva en el Caso Lava Jato, se realizó un juicio político a la ex presidenta Dilma Rousseff para destituirla del cargo, mientras que otros partidos de oposición estaban involucrados en el caso.
Rousseff fue acusada por el maquillaje de las cuentas fiscales y la firma de decretos económicos sin aprobación del Congreso, además de las sospechas de su participación en actos de corrupción en Petrobras, bajo la Operación Lava Jato.
Durante la votación, el diputado del PSC y el hoy presidente de Brasil, Jair Bolsonaro votó a favor de destituir a Rousseff homenajeando al coronel que torturó a la ex presidenta durante la dictadura brasileña. El resultado final fue de 367 votos a favor frente a 137 en contra.
“Por la familia, la inocencia de los niños en las aulas, que el PT nunca tuvo, contra el comunismo, por nuestra libertad en contra del Foro de Sao Paulo, por la memoria del Coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, por el pavor de Rousseff, el ejército de Caxias, las Fuerzas Armadas, por Brasil encima de todo y por Dios por encima de todo, mi voto es sí”
La vinculación de Michel Temer y el inicio del caso Odebrecht
Joesley Batista, presidente de la empacadora de carne JBS, estaba siendo investigado por presuntamente sobornar a Eduardo Cunha. Durante una reunión con Michel Temer, Batista le informó a éste acerca del soborno y Temer le dijo que continuara con él, de acuerdo con una grabación.
Las acusaciones a Temer van más allá de ese audio. En acuerdos de declaratoria, ejecutivos de Odebrecht lo habían acusado de recibir sobornos y financiamiento ilegal de campaña.
El fiscal general Rodrigo Janot también investigó a Temer por presuntamente intentar impedir la Operación Lava Jato a través de cambios en las leyes y de influir en las investigaciones de la policía.
La investigación inicial ha crecido enormemente hasta abarcar investigaciones adicionales en otras naciones porque las grandes compañías brasileñas operaban en toda Latinoamérica y en otras partes del mundo.
En un acuerdo con fiscales estadounidenses, Odebrecht reconoció haber pagado sobornos en países como Colombia, Venezuela, Perú, Argentina, República Dominicana y México, a través de Pemex durante la administración de Enrique Peña Nieto cuando Emilio Lozoya era director de la paraestatal.
La detención de Lula da Silva
Lula da Silva anunció el 7 de mayo de 2018 ante miles de simpatizantes que está decidido a entregarse para cumplir una condena a 12 años de cárcel, tras una orden emitida por el juez Sergio Moro, hoy ministro de Justicia.
"Voy a cumplir la orden" de cárcel y "cada uno de ustedes se trasformará en un Lula. No estoy por encima de la justicia", afrimó el ex mandatario, quien fue aplaudido por la multitud al final de su discurso, "creo en la justicia, pero en una justicia justa, con un proceso basado en pruebas concretas", insistió momentos antes de entregarse a la policía.
Lula da Silva abandonó la sede del Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo en medio de un tumulto para entregarse a las autoridades en un clima de tensión provocado por militantes que intentaron evitar su salida y se dirigió a un vehículo de la Policía Federal que le esperaba en las inmediaciones.
El convoy policial se dirigió al aeropuerto de Sao Paulo para conducirlo a Curitiba, donde ingresará en prisión, donde fue alojado en una celda especial de la Policía Federal, de unos 15 metros cuadrados, con baño privado.
La victoria de Bolsonaro y los mensajes filtrados por The Intercept
Lula, quien fue favorito para volver a ser electo presidente en las elecciones de octubre de 2018 e imposibilitado para buscar su reelección, el candidato Jair Bolsonaro, el ex militar retirado y diputado en el Congreso de Brasil, ganó las elecciones en segunda vuelta frente al designado por el PT, Fernando Haddad.
Al llegar Bolsonaro al Palacio de Planalto en Brasilia, el juez que encarceló al ex mandatario, Sergio Moro, fue designado como ministro de Justicia. El gabinete del actual presidente ha sido destacado por polémicas en contra de la ideología de izquierda en ideas como el cambio climático, la relación con Venezuela y Cuba, la defensa de grupos neopentecostales y la imposición de una economía completamente capitalista.
Sin embargo, el portal The Intercept Brasil accedió a conversaciones privadas entre los fiscales brasileños, que actuaron deliberadamente y en ocasiones coordinadamente con Sergio Moro para perjudicar al Lula da Silva, e impedir que la izquierda vuelva al poder.
Las conversaciones, fechadas en octubre de 2018, detallan en cómo los fiscales obraron para impedir que Lula, fuera entrevistado por temor a que pudiese beneficiar a su candidato, Fernando Haddad. Mostraron que el principal fiscal de la fuerza tarea de Lava Jato, Deltan Dallagnol, estaba preocupado por la solidez de las acusaciones presentadas contra el ex mandatario para condenarlo.
El ministro Moro consideró en junio pasado que en los mensajes que lo citan "no se vislumbra ninguna anormalidad de direccionamiento de actos en tanto que magistrado, a pesar de ser sido sacadas de contexto y de su sensacionalismo".
La publicación de los mensajes pirateados es "tendenciosa y tiene la intención de atacar a la Operación", pero "los fiscales de Lava Jato no van a doblegarse a la invasión inmoral e ilegal, a la extorsión y a la tentativa de exponer y perturbar sus vidas personales y profesionales", agregaron los fiscales.
Tras la revelación de los mensajes, miles de personas salieron a las calles para defender a Sergio Moro. En julio de 2019, la Policía Federal de Brasil capturó a cuatro sospechosos de hackear autoridades, entre ellas a Moro.
El presidente Bolsonaro defendió a Moro de las acusaciones para maniobrar a jueces en contra de Lula da Silva.
"Lo que él hizo no tiene precio. Él realmente destapó, mostró las vísceras del poder y la promiscuidad del poder en lo relacionado a la corrupción", afirmó el mandatario.
La liberación de Lula
El Supremo Tribunal Federal de Brasil decidió el 8 de noviembre que la prisión de una persona condenada solamente en segunda instancia es inconstitucional, lo que llevó a a liberar al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva casi 24 horas después.
Tras salir de la cárcel, y rodeado de sus simpatizantes, Lula da Silva ofreció un discurso asegurando que "seguirá luchando por el pueblo brasileño" y acusó al estado de obrar en contra suya.
"Salgo de aquí con un gran sentimiento de agradecimiento. Quiero probar que este país puede ser mucho mejor cuando tenga un gobierno que no mienta en Twitter como hace (Jair) Bolsonaro", manifestó al salir de prisión, acusando de que "no encarcelaron a un hombre, ellos intentaron matar una idea. Una idea no desaparece".
jamj / dmr