El primer ministro interino del Líbano visitó a los soldados desplegados cerca de la frontera con Israel y a la fuerza de paz de la ONU, mientras milicianos de Hezbolá intercambiaban disparos con Israel por tercera semana.
Es el primer viaje a la zona del primer ministro Najib Mikati desde que estallaron choques en la frontera tras el ataque del grupo palestino Hamás contra Israel el 7 de octubre. Ocurre además dos días después de que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu visitó a sus propias fuerzas en la frontera.
Mikati y otros gobiernos y agencias internacionales tratan de evitar que la guerra entre Israel y Hamás se expanda al Líbano, donde el poderoso Hezbolá le advirtió a Israel que no realice una invasión terrestre de la Franja de Gaza.
El segundo al mando de Hezbolá, Sheikh Naim Kassem, dijo que la agrupación está “en el corazón” de la guerra “para defender a Gaza y enfrentarse a la ocupación”.
“Nuestro dedo está en el gatillo y estamos listos para hacer todo lo que sea necesario para la confrontación”, escribió Kassem en la red social X, antes Twitter.
Los combates entre Hezbolá y las fuerzas israelíes hasta el momento se han visto limitados mayormente a poblados a lo largo de la frontera.
Periodistas del canal de televisión de Hezbolá, Al-Manar, reportaron que un helicóptero israelí atacó una posición vacía cerca del pueblo de Houla, luego que un misil disparado desde el Líbano alcanzó una posición militar israelí.
Israel dijo que el ataque alcanzó una posición en Manara sin causar víctimas y que respondió atacando a un grupo de milicianos en el Monte Dov en las Granjas del Shebá, un territorio disputado donde se intersectan las fronteras del Líbano, Israel y Siria.
Entretanto, el líder druso libanés Walid Jumblatt indicó que él, Mikati y el titular del Parlamento libanés Nabih Berri, quien es aliado de Hezbolá, coinciden en que la guerra no debe propagarse al pequeño país en el Mediterráneo.
SNGZ