Las dos cajas negras del Boeing 737 Max que se estrelló el domingo en Etiopía con 157 personas a bordo llegaron ayer a París para ser sometidas a un profundo análisis que pueda determinar las causa del siniestro.
En medio de la incertidumbre global sobre la seguridad de los aviones Boeing 737 Max, la Agencia de Investigación de Accidentes Aéreos (BEA) de Francia confirmó que las grabadoras de datos de vuelo y voz de la cabina del avión recuperados en la zona del accidente ya están en su poder.
La compañía Ethiopian Airlines había anunciado previamente que las cajas negras fueron llevadas a París porque el país africano no dispone del equipamiento necesario para analizarlas.
Las cajas fueron “dañadas” en el accidente porque el avión quedó pulverizado, según Dan Elwell, responsable interino del FAA, el regulador aéreo estadunidense.
Los datos contenidos en las cajas negras son determinantes para descubrir qué causó que el avión, un modelo prácticamente nuevo, cayera a tierra poco después de despegar de Adís Abeba rumbo a Nairobi, Kenia.
La catástrofe es la segunda de Boeing 737 Max 8 que ocurre en los últimos meses, después de que un avión de la compañía Lion Air cayó el 29 de octubre pasado en el mar de Java, después de haber despegado de Yakarta, provocando la muerte de 189 personas.
Decenas de países, encabezados por Estados Unidos, China, México y la Unión Europea, y líneas aéreas de todo el mundo, entre ellas Aeroméxico, decidieron dejar en tierra los Boeing 737 Max.
Un portavoz de la compañía Boeing aseguró ayer que las entregas del 737 Max se han paralizado en medio de la crisis por los dos accidentes pero que “continúa” produciéndolos.
Boeing produce anualmente 52 unidades del Max al mes.
EN CIFRAS
4,636 unidades del 737 Max esperan ser entregadas a distintas líneas comerciales por parte del gigante aéreo Boeing.