Moscú rechazó la exigencia del presidente estadunidense, Donald Trump, de retirar a su personal militar en Venezuela al afirmar que “Rusia tiene que irse”, señalando que esa presencia es totalmente legítima.
Ayer ante la OEA, Rusia defendió la presencia de sus militares en Venezuela al participar en el consejo permanente del organismo.
El observador alterno de Rusia, Alexander Kormachev, pidió la palabra después de la votación que hizo un llamado para permitir la entrada de ayuda humanitaria a Venezuela y se pronunció contra “las acusaciones de algunos altos cargos de Estados Unidos sobre presuntas intervenciones rusas en Venezuela”.
La sesión era para votar una resolución –aprobada con 19 votos a favor– para instar a “las instituciones públicas de Venezuela, en especial las fuerzas militares y de policía” a permitir la entrada de ayuda humanitaria, pero el representante de Rusia, uno de los 70 países observadores en la OEA, pidió la palabra.
Kormachev defendió que “la cooperación bilateral de Rusia con Venezuela se apega estrictamente a la Constitución de este país y respeta su legislación, incluyendo las competencias del poder legislativo”.
En la mañana, Trump recibió en la Casa Blanca a Fabiana Rosales, esposa del líder opositor Juan Guaidó, reconocido por 50 países como presidente interino. Tras el encuentro, el mandatario dijo que “Rusia tiene irse” de Venezuela.
Rosales fue recibida en la Oficina Oval como la “Primera Dama de Venezuela”, en el contexto de los esfuerzos de Trump para respaldar a Guaidó, quien como jefe parlamentario invocó el 23 de enero la Constitución para declararse presidente encargado, con miras a encabezar un gobierno de transición y organizar nuevas elecciones.
En medio de la presión internacional para que el mandatario socialista Nicolás Maduro abandone el poder, Rusia y China, principales acreedores de la deuda externa de Venezuela (estimada en 150 mil millones de dólares), se han convertido en los grandes aliados del gobierno chavista.
El sábado pasado dos aviones de Rusia aterrizaron en el aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas, transportando personal militar y equipos.
“No es ningún despliegue militar”, dijo el diplomático ruso, que argumentó que esta colaboración se regula por un acuerdo sobre cooperación técnico-militar de 2001, que fue ratificado por ambos congresos y “no requiere una aprobación adicional”.
“VAQUERO EN EL LOUVRE”
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, despotricó ayer contra el pedido estadunidense de retirar a su personal militar, afirmando que Trump primero debería cumplir su propia promesa de retirar todas sus fuerzas de Siria.
“Algunos comparan a Estados Unidos con un elefante en una tienda de porcelana, pero en realidad esos animales se mueven con delicadeza y usan la razón, mientras que Estados Unidos actúa más como un vaquero en el Museo de Louvre”, dijo Zakharova.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, reiteró además su “rechazo a la presencia de efectivos militares y transporte militar ruso” en Venezuela.
A principios de abril, los gobiernos de Rusia y Venezuela firmarán más de 20 convenios en economía comercio, cultura, energía y educación en la reunión de su comisión intergubernamental de alto nivel, que se celebrará en Moscú.
De acuerdo a medios locales, Maduro anunció lo anterior en una entrevista concedida a la televisión estatal rusa y retransmitida ayer, en la que añadió que ambas naciones avanzan en las relaciones forjadas durante el gobierno de su antecesor, el fallecido presidente Hugo Chávez.
Y ADEMÁS
EL CHAVISTA CULPA A FRANCOTIRADOR
Nicolás Maduro extendió 24 horas más la suspensión de la jornada laboral y estudiantil en Venezuela por un apagón masivo que entró ayer a su tercer día, mientras el líder opositor Juan Guaidó llamó a nuevas protestas para el sábado.
Según Maduro, un francotirador provocó con “balas de alto calibre” una explosión en la hidroeléctrica de Guri, que genera 80% de la electricidad del país. El estallido, aseguró, produjo un incendio que prolonga el apagón.