Médicos brasileños resisten en el epicentro sudamericano del covid-19

El personal de salud carece de insumos de calidad lo que ha provocado gran cantidad de contagios, pero se aferran a la fe y esperanza para seguir en la primera línea de batalla.

Jonathas (Izq.) y Camilla (der.) se aferran a la fe y esperanza para seguir en la primera línea de batalla. (Especial)
Azucena Rangel
Ciudad de México /

En la zona cero sudamericana de contagios y muertes por covid-19, los médicos resisten como pueden entre la falta de insumos, la desorganización y el gobierno de Jair Bolsonaro que cada vez relaja más sus medidas de confinamiento.

Camilla Moura trabaja en el hospital de Campanha do Maracanã en Rio de Janeiro desde hace seis años y Jonathas Moreira es médico en Ceará desde hace siete años; ambos se sienten preocupados de tener que trabajar en hospitales donde los recursos son limitados y las camas cada vez son menos y se van llenando de pacientes graves de coronavirus.

Desde las primeras semanas de marzo, para Camilla la situación fue muy difícil en el hospital debido a la falta de insumos que dejó expuestos a muchos trabajadores de la salud que terminaron infectados.

Esto incrementó la carga laboral para aquellos que continuaron laborando, pero encontraban fuerza y esperanza en su religión, fe, creencias. Jonathas tuvo otro frente: la preocupación de su familia, que al ver como subía Brasil en los índices de contagios y muertes le pidió dejar su trabajo y resguardarse en casa.

“Cuando los casos comenzaron a aparecer y me encontré enfrentando la lucha contra el coronavirus en mi ciudad, me sentí aún más responsable de no dar marcha atrás, considerando que junto con otros colegas en el área de la salud, debemos ser en este momento los guerrilleros de las batallas” afirmó.

Actualmente Brasil se ubica a nivel mundial como el segundo país con el mayor número de contagios con un total de 1 millón 067 mil 579 casos confirmados y cerca 50 mil muertes confirmadas por covid-19 así lo informó el Ministerio de Salud del país.

En el norte del país, donde Jonathas labora, la falta de insumos fue su preocupación inicial, debido a que las fábricas que los surtían sufrieron desabastos como resultado de la alta demanda en todo el país. Esto perjudicó gravemente la atención de los pacientes infectados y aceleró los contagios del personal médico.

“Vemos una gran fatiga física y mental de los equipos de primera línea, los colegas se enferman, se alejan y tienen dificultades postraumáticas importantes cuando regresan a sus actividades” comentó.

Mientras que en el hospital donde labora Camilla no llegan las pruebas rápidas para determinar las infecciones de los pacientes, lo que los obliga a trabajar bajo la incertidumbre de no saber si las personas que atienden realmente se encuentran infectadas. Por eso, uno de sus mayores miedos es contagiarse.

Pero tampoco pueden atender de manera correcta a quienes llegan graves porque no cuentan con suficientes respiradores para realizar la intubación a los pacientes en estado crítico.

“Me resulta muy difícil trabajar bajo presión sin una estructura adecuada, con sobrecarga de trabajo, con muchas demandas, poco retorno y reconocimiento. Las diversas muertes que presenciamos a veces debido a la falta de acceso a las camas nos agotan todos los días” relató.

En entrevista con MILENIO afirmó que ha habido retrasos salariales para ella y sus compañeros, lo que agrava su difícil situación económica.

Reprobó el manejo de la emergencia sanitaria de parte del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que a su consideración ha tomado acciones que alientan la falta de respeto por el aislamiento.

“El Presidente ha tomado medidas contrarias la lucha contra la pandemia, alentando actitudes de falta de respeto al aislamiento y no ha tomado las medidas necesarias para apoyar a los trabajadores informales y las pequeñas empresas para evitar despidos” afirmó.

dmr

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