Más de 180 personas murieron en una serie de ataques reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico en el sur de Siria, uno de los balances más duros desde el comienzo de la guerra en 2011.
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Al menos 183 personas, entre las cuales 89 civiles, resultaron muertas y varias decenas heridas, según un nuevo balance del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), que no cesa de aumentar tras encontrarse "numerosos cadáveres en las aldeas" atacadas, indicó su director, Rami Abdel Rahman.
"Se trata del balance más crítico en esta provincia desde el inicio del conflicto" en 2011, aseguró.
En los poblados, "los yihadistas (...) asesinaron a habitantes en sus casas", continuó. "Algunas personas que huyeron del ataque (del EI) regresaron a las aldeas recuperadas (por el régimen) y encontraron a vecinos muertos en sus casas", precisó al final de la tarde Abdel Rahman.
Se trata de los primeros ataques de esta amplitud perpetrados por el EI desde hace meses en el país, donde la organización yihadista a sufrido numerosos reveses en los últimos tiempos.
Los asaltos contra varias aldeas aunado a atentados suicidas tuvieron lugar en la provincia de Sueida, controlada por completo por el régimen de Bashar al Asad. Los yihadistas del EI están presentes en una zona desértica ubicada al noreste de esta región.
Según los medios de comunicación oficiales sirios, las fuerzas del régimen lanzaron contraataques para rechazar a los yihadistas. Al mismo tiempo, los extremistas fueron objetivo de ataques aéreos después que tomaran tres aldeas durante la mañana, indicó el OSDH.
Tras finalizar los combatea, las fuerzas del régimen habían recuperado estos tres poblados. "Los yihadistas fueron obligados a replegarse hacia el desierto", indicó el director del OSDH.
Según el director del OSDH, los ataques del EI de este miércoles son los más sangrientos de los últimos meses en Siria, donde la organización yihadista no deja de encadenar derrotas y controla menos de un 3 por ciento del territorio. Por su parte, el EI habría sufrido 38 bajas, según la fuente.
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Estos atentados se producen en un momento en que el gobierno ya controla 90 por ciento de las provincias meridionales de Deraa y Quneitra, tras su devastadora ofensiva militar en junio.