Los militares de Etiopía advirtieron el domingo a la población de una región rebelde que deben evacuar la zona si quieren "salvarse" porque "no tendremos piedad" con los insurrectos.
Al mismo tiempo, el grupo de derechos humanos Human Rights Watch denunció que las amenazas contra la región de Tigray podrían constituir una violación del derecho internacional.
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"De ahora en adelante, el combate se hará con tanques", expresó el coronel Dejene Tsegaye la noche del sábado.
Aseguró que el ejército estaba a la ofensiva en la capital de Tigray, Mekele, y pronto la rodearía con tanques.
"La población de Mekele está avisada: protéjanse de la artillería pesada", declaró el comandante militar.
Acusó a los dirigentes de Tigray de esconderse entre la población civil, a la cual le pidió "mantenerse bien alejada" de los líderes.
Sin embargo, las declaraciones provocaron denuncias de grupos de derechos humanos.
"Tratar a una ciudad entera como un objetivo militar no sólo es ilegal, sino que será considerado una forma de castigo colectivo", expresó Laetitia Bader, investigadora de Human Rights Watch, a través de Twitter.
La ex asesora de seguridad nacional de Estados Unidos añadió que "en otras palabras, esto sería un crimen de guerra".
KACY