Al menos 11 recolectores de trufas murieron en un ataque atribuido al grupo Estado Islámico (EI) en el desierto sirio, antiguo bastión de esa organización yihadista, informó una oenegé.
Los combatientes del EI hicieron estallar una mina al paso del vehículo de los recolectores antes de dispararles en el desierto de la provincia de Al Raqa, en el norte de Siria, precisó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Al menos 11 recolectores de trufas murieron en el ataque, según la organización.
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Otras tres personas, que también recogían estas setas, fueron secuestradas por los yihadistas, según el OSDH con sede en Reino Unido y que dispone de una extensa red de informantes en el país devastado por la guerra.
Todas las víctimas eran civiles y el número de muertos podría aumentar, según el observatorio. Añadió que los pobladores locales y hombres armados se movilizaron para buscar a los secuestrados y recuperar los cuerpos de las víctimas.
El EI, que llegó a controlar grandes extensiones del país en 2014, fue derrotado en 2019 por una coalición internacional dirigida por Estados Unidos y fuerzas kurdas.
Pese a la derrota, células del EI dispersas en el desierto sirio lanzan ocasionalmente ataques mortales, especialmente en la temporada de lluvias, entre febrero y abril, cuando se pueden recolectar las trufas.
El elevado precio de las trufas convierten a estas setas en un recurso valioso para la población empobrecida de Siria.
aag