"Es como si a usted le metieran un cuchillo en el pecho", dijo la guatemalteca Beata Mariana de Jesús Mejía-Mejía a BBC News cuando el gobierno de Estados Unidos le informó que su hijo no podría reunirse con ella luego de que lo arrebataran de su lado “sin dar explicaciones”, dos días después de haber cruzado juntos la frontera, el pasado 19 de mayo.
"Yo me lo cargué el sábado (19), él ahí estuvo el domingo, lunes parte de la tarde. Pero ahí se lo llevaron y ya nunca supe de él", narró la mujer que salió huyendo de su país ante la violencia machista de su marido, en busca de asilo en Estados Unidos.
A un mes de haber cruzado la frontera, Mejía-Mejía demandó el martes al gobierno del presidente Donald Trump por haberle separado de su hijo de siete años. Fue la primera demanda judicial contra las políticas de Tolerancia cero del republicano.
La denuncia fue registrada en el tribunal federal del Distrito de Columbia, cuatro días después de que la mujer fue liberada. Apenas quedó libre, Beata Mejía intentó comunicarse con su hijo, que seguía recluido en unas instalaciones en Phoenix, Arizona, sin mucho éxito.
"Me dieron un número de teléfono pero nunca me contestaron esa llamada. Llamaba y llamaba y nunca me contestaron, nunca supe de mi hijo", señaló.
Por fortuna, la historia para Beata y su hijo cambió ayer, luego de que el miércoles un juez federal de Estados Unidos ordenó a la Administración del presidente Donald Trump poner en libertad al pequeño Darwin y reunirlo con su madre, mientras se decide el proceso de solicitud de asilo.
Este viernes, a más de un mes de haber sido separados, Beata y Darwin pudieron reunirse nuevamente en el Aeropuerto Internacional de Baltimore-Washington.
Sin embargo, la decisión no llegó sin suspenso, ya que la resolución del juez se conoció el miércoles y el propio Ejecutivo aceptó llevarla a cabo esa misma jornada, pero optó por cancelarla después de haberla retrasado, según la versión de los demandantes.
Ahora, Beata y Darwin marcharán rumbo a Austin, Texas, donde la madre reside mientras se decide sobre su petición. Al enterarse de la decisión del juez, Mejía-Mejía dijo sentirse "feliz" y aseguró ante los medios que de ahora en adelante buscará cumplir con el objetivo que se fijó al migrar a Estados Unidos: "Luchar por mi hijo. Darle una educación", subrayó.
Al recordar la violencia machista que vivió con su marido, al que definió como "un mal padre", Beata Mariana de Jesús Mejía-Mejía animó al resto de mujeres que sufren la misma situación a "salir de ahí, a ser valientes".
Donald Trump:'Tolerancia Cero'
El registro de la demanda de Beata Mejía se produce en un contexto en el que EU puso en marcha en abril una política de 'Tolerancia Cero' en la frontera sur, que implica que quienes la cruzan ilegalmente serán procesados por la vía criminal, lo que implica la separación de los menores; una orden de Trump de este miércoles busca poner fin a esas separaciones, pero mantener las detenciones.Sin embargo, el caso de Mejía-Mejía es diferente, ya que no se presentaron cargos criminales contra ella, sino que fue separada de su hijo y detenida una vez superados los exámenes iniciales para solicitar asilo, un caso que, según su defensa, "es el ejemplo de que el gobierno no sólo separa familias con las políticas de 'Tolerancia Cero'".
Entre el 5 mayo y el 9 de junio, un total de 2 mil 235 familias y 4 mil 548 personas han sido separadas por las autoridades en este contexto, apuntan datos oficiales. De esas personas, 2 mil 342 son niños que han pasado a ser considerados no acompañados y 2 mil 206 adultos, quienes serán procesados por la vía criminal debido al cruce fronterizo.
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