Miles de nicaragüenses marcharon por las calles de Managua para exigir la salida de Daniel Ortega del poder, en el primero de tres días de protestas públicas contra el Gobierno, tras 86 días de una crisis que ha dejado al menos 351 muertos según organizaciones humanitarias.
Durante la marcha, denominada "Juntos somos un volcán", convocada por la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, los nicaragüenses demandaron la dimisión de Ortega, a quien responsabilizan por las al menos 351 personas muertas en casi tres meses.
"Vamos a seguir aquí (en las calles) por la justicia y la democracia", dijo el presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), Michael Healy, antes del inicio de la marcha, que arrancó una vez que los manifestantes entonaron el himno nacional.
La marcha se inició en la Rotonda Cristo Rey, cerca del centro de la capital nicaragüense, y culminó en la Rotonda Jean Paul Genie, sureste de la ciudad, y transcurrió sin incidentes.
En la marcha participaron personas de distintas generaciones, como una abuela que se identificó como Rosa. "Marcho por mis hijos, mis nietos, por una Nicaragua libre", dijo.
La caminata partió en medio de un ambiente festivo, animado con bandas rítmicas, trompetas de todo tipo y disparos al aire de morteros artesanales, que normalmente son utilizados para animar fiestas patronales y últimamente como método de defensa ante la represión gubernamental.
Algunos reconocieron su temor de marchar debido a las 351 personas que han muerto, según la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), en la represión contra las manifestaciones que comenzaron el pasado 18 de abril.
Esa marcha es la primera de tres días de protestas convocadas por la oposición que continuarán mañana con un paro nacional de 24 horas y concluirán el sábado con una gran caravana.
Por su lado, el Gobierno llamó a los trabajadores del Estado y a sus simpatizantes a conmemorar el 39 aniversario del llamado repliegue táctico a Masaya.
Tanto la Iglesia católica como organizaciones de derechos humanos, empresarios, productores, y otros sectores de la población de Nicaragua han pedido a Ortega no celebrar el repliegue, porque consideran que agravaría la crisis.
JOS