Los integrantes del Comité de Vacunas y Biológicos de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE) publicaron una guía sobre la vacunación contra covid-19 para la población infantil donde se establece que inmunizar a este sector reduce las tasas de hospitalización, evitar el desarrollo del síndrome inflamatorio multisistémico y la propagación del virus.
Roberto Debbag, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE), explicó que aun cuando “es poco probable que los niños sufran covid-19 sintomático grave, las cifras de hospitalización por la enfermedad en la población pediátrica son superiores a las causadas por otras infecciones típicas de la infancia como influenza, tosferina, hepatitis A, rotavirus, varicela, entre otras”.
Por esta razón, los pediatras instan a los padres a mantener al día la vacunación de sus hijos contra estas enfermedades inmunoprevenibles, cuyas coberturas se han visto disminuidas durante la pandemia.
Algunos niños contagiados con el virus pueden verse afectados por el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico MIS-C (por sus siglas en inglés), una afección en la que se produce una inflamación generalizada y descontrolada que puede requerir hospitalización en unidades de cuidados intensivos.
La tasa de letalidad de este síndrome varía entre el 1 por ciento y el 8 por ciento, dependiendo de las condiciones sanitarias y sociales.
Asimismo, al menos un el 10 por ciento de los pacientes pediátricos puede experimentar covid-19 prolongado, un conjunto de manifestaciones multiorgánicas que persisten por varios meses después de la infección inicial. Se ha evidenciado que las secuelas crónicas incluyen fatiga, dolor muscular y articular, problemas respiratorios y falta de olfato incluso después de 3 meses de la infección.
Los efectos no solo se presentan a nivel físico, según un metaanálisis reciente, también influyen en la salud mental de los niños; el 31 por ciento presentan síntomas depresivos, otro 31 por ciento presentan síntomas de ansiedad, y el 42 por ciento presentan trastornos del sueño.
“Las vacunas bivalentes que existen actualmente contra el virus tienen dos componentes de ARNm: uno corresponde a la cepa original del virus y ayuda a proteger contra covid-19 en general, mientras que el otro corresponde a los linajes BA.4 y BA.5 de la variante ómicron, para proporcionar una protección adicional y mejorada contra esta variante del virus”
El experto indicó que las vacunas basadas en la plataforma tecnológica de ARNm han demostrado ser altamente eficaces en la prevención de la infección por el virus y en la reducción de la gravedad de la enfermedad.
"La vacunación contribuye a la disminución de la carga asistencial de las unidades de cuidados intensivos y a la reactivación de la vida escolar y social, con todas las implicancias positivas que ello conlleva para el desarrollo integral del niño. La evidencia científica respalda ampliamente el uso de las vacunas de ARNm en los niños, cuyos beneficios son mayores que los riesgos. Por esta razón, los pediatras debemos liderar la promoción y administración de esta medida preventiva", afirmó Roberto Debbag.