El papa Francisco canonizará este domingo al arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, un ícono de la iglesia católica en América Latina quien fue asesinado en 1980 por los escuadrones de la muerte de ultraderecha, debido a su denuncia de injusticias sociales y defensa de derechos humanos en aquel país centroamericano, donde su muerte sigue impune.
La ceremonia será celebrada en la plaza de San Pedro ante miles de personas, entre ellos, 7 mil salvadoreños que viajaron para la canonización de Romero, a quien desde hace años ya se le llama El Santo de América.
El asesinato de Romero, mientras oficiaba una misa en la capilla del hospital oncológico, el 24 de marzo de 1980 y, además la muerte de 35 personas por un tiroteo durante su entierro, marcó el comienzo de una guerra civil en su país, que dejó más de 75 mil muertos y al menos 7 mil desaparecidos hasta 1992.
Su canonización "es un regalo de Dios para el pueblo salvadoreño, que está sufriendo por tanto crimen de la violencia social", dijo Gaspar Romero, hermano del beato, quien viajó a Roma para la ceremonia junto con otros siete familiares.
El pasado jueves, decenas de activistas de derechos humanos, feligreses y familiares de desaparecidos durante la guerra civil se manifestaron en las calles de El Salvador, "en el marco de la alegría de la santificación" del "pastor mártir”, pero también para recordarle a la Justicia y al Estado sus "deudas".
"Es una vergüenza el tener un santo universal que encabeza la lista de víctimas de la represión del conflicto armado que no han tenido justicia en este país" y "su caso es un emblema de la impunidad", dijo José Lazo, miembro de la organización Pro-Búsqueda.
La canonización
El proceso de beatificación de Romero permaneció estancado en el Vaticano durante los dos papados previos debido a las dudas sobre el supuesto perfil político del religioso, pero fue acelerado por el Papa Francisco tras su elección en 2013, al beatificarlo en 2015 como un “mártir” que murió por odio a la fe.
"El camino para llegar a ser santo estuvo lleno de dificultades. No era un revolucionario, pero varios cardenales latinoamericanos hicieron de todo para bloquear el proceso porque lo identificaban con la Teología de la Liberación", explicó el profesor Roberto Morozzo Della Rocca, autor de una extensa biografía sobre el obispo salvadoreño.
Los especialistas señalan que aunque no perteneció a la corriente de la Teología de la Liberación, reprimida especialmente durante el pontificado de Juan Pablo II, Romero fue un defensor de los pobres, que denunció las persecuciones en su país, en particular de los campesinos expulsados de sus tierras. De tal forma, el papa Francisco, en muchas ocasiones ha reconocido que se identifica con la figura de Romero.
En 1994 se abre la causa para su beatificación; hasta que en 2013, Francisco desbloquea el proceso y en 2015 lo reconoce como mártir y es beatificado el 23 de mayo.
Para llegar a ser santo hay que haber realizado dos milagros, uno para la beatificación, salvo que sea mártir como ocurre para Romero, y otro para la canonización. El milagro atribuido a Romero es la curación inexplicable de la señora Cecilia Maribel Flores, que sufrió síndrome de Hellp mientras estaba embarazada, y quien este domingo asistirá junto con su familia a la ceremonia en el Vaticano.
De acuerdo con los expertos, la canonización de Romero reivindica la figura de un obispo que fue perseguido, humillado y amenazado inclusive por la propia curia romana y que el mismo Juan Pablo II poco escuchaba.
Monseñor Óscar Arnulfo Romero nació el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios, El Salvador. En 1942 es ordenado sacerdote en Roma y en 1967 secretario de la Conferencia Episcopal de El Salvador. En 1970 fue designado obispo auxiliar y cuatro años después ordenado obispo de Santiago de María, en el departamento de Usulatán.
En 1977, Romero fue ungido cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador, para esa época es asesinado por militares el sacerdote Rutilio Grande, por lo que Romero denuncia violaciones a derechos humanos. En 1980 es baleado por un francotirador.
bgpa